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Trastornos alimentarios. La anorexia y la bulimia

¿Qué son los trastornos alimentarios?

Los trastornos alimentarios son un grupo de patologías en las cuales la persona se halla inmersa en una obsesión por su peso, su cuerpo y la comida que ingiere, desarrollando comportamientos nutricionales no deseables. Los más comunes son la anorexia y la bulimia nerviosa.

La anorexia es un trastorno de la alimentación que se expresa con un rechazo contundente a mantener el peso corporal en los valores mínimos aceptados para una determinada edad o estatura, y se caracteriza por una importante distorsión cognitiva de la imagen corporal.

La bulimia es un trastorno de la alimentación que responde al acto de comer de forma compulsiva, es decir, a la ingesta rápida y aglutinada de alimentos sin disfrutar de ellosEl vomitar o no es opcional, no todas las personas bulímicas lo hacen.  

No se conocen las causas exactas que originan estos trastornos alimentarios. Probablemente son complejas y pueden estar relacionadas con factores biológicos, psicológicos, familiares, genéticos, ambientales y sociales. Un común denominador suele ser las conductas perfeccionistas, el marcarse altas expectativas o poseer una pronunciada baja autoestima. El problema afecta mayormente al sexo femenino y a personas comprendidas entre los 12 y los 25 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.

Los estudios realizados indican que el tratamiento resulta más positivo si la enfermedad se diagnostica en sus primeras fases y ello es importante ya que sus consecuencias pueden desencadenar graves problemas físicos y mentales como efectos adversos en corazón,  sistema digestivo, incluyendo dientes y boca, así como problemas de osteoporosis, anemia y enfermedades renales y hepáticas.

Los Criterios diagnósticos de Anorexia nerviosa y Bulimia nerviosa según el DSM-IV

Criterios para el diagnóstico de Anorexia nerviosa:

A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (por ejemplo: pérdida de peso que da lugar a un peso inferior al 85 % del esperable, o fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante el período de crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85 % del peso esperable).

B. Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal.

C. Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.

D. En las mujeres pospuberales, presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (Se considera que una mujer presenta amenorrea cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con tratamientos hormonales, por ejemplo, con la administración de estrógenos.).

Tipos:  

Tipo restrictivo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo no recurre regularmente a atracones o a purgas (por ejemplo: provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).

Tipo compulsivo/purgativo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo recurre regularmente a atracones o purgas (por ejemplo: provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).

Criterios para el diagnóstico de Bulimia nerviosa

A. Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por:

1. Ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (por ejemplo, en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias.
2. Sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (por ejemplo, sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo).

B. Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son provocación del vómito; uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno, y ejercicio excesivo.

C. Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses.

D. La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales.

E. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nerviosa.

Tipos:

Tipo purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.

Tipo no purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.

Características de estas dos enfermedades.  Conozcamos más detalles sobre las personas que padecen anorexia y la bulimia.

Las personas que padecen anorexia:

  • Siempre tienen que hacer un ritual con la comida (cortar por ejemplo la carne a pedacitos minúsculos, masticar de una forma determinada, etc.)
  • Quieren tener el control total de su cuerpo y de su vida (a veces también de las personas que les rodean).
  • Intentan mantener un margen de seguridad con su peso.  Es decir, para no sobrepasar el peso que ellas deciden en un momento determinado conservar, mantienen un margen por ejemplo de 3 Kg por debajo de ese peso.
  • Tienen una baja autoestima.
  • Les gusta preparar grandes festines de comida para los demás, calóricos y en ocasiones excesivos.  Eso sí, ellas no probarán bocado.
  • Suelen tener muchos libros de cocina, conocen los alimentos a fondo, la comida es una verdadera obsesión. 
  • Utilizan laxantes y diuréticos para perder peso y evitar la retención de líquidos.
  • La mayoría padece graves problemas de estreñimiento.  
  • Son personas hiperactivas: intentan hacer ejercicio todo el día.  No importa cómo, la cuestión es no parar de moverse.  Puede que pasen todo el día de pie, o si están sentadas no paren de mover una pierna, y al mismo tiempo duerman el menor número de horas posibles con la finalidad de quemar más calorías.
  • Conducta social: no se relacionan con los demás, suelen tener pocas amistades. Normalmente, cuando un grupo de amigos queda, es para ir a tomar algo, cenar, ir de copas, etc. Ellas no pueden permitirse el “lujo” de ingerir nada.  Además, cuando quedan con personas conocidas, es inevitable que les pregunten por su peso, por su aspecto físico, por el cambio que han hecho en los últimos meses, etc.
  • Existe un gran desinterés por el sexo. No intentan seducir ni pretenden que nadie las seduzca.  Repulsan su cuerpo, sienten asco al tocarse mientras se duchan, etc.  Tener relaciones se vuelve un imposible y aún más, sentir placer en las mismas.
  • Sufren ataques de ansiedad al tener que comer ciertos alimentos.  Pensar que aquellos alimentos van a saciarles y engordarles les hace entrar en un estado de tensión y ansiedad máxima.
  • Fenómenos obsesivos compulsivos: Tienen pensamientos repetitivos que se transforman en obsesiones.  Las personas anoréxicas viven encerradas en el pensamiento de la comida y el peso, son esclavas de ello.  Una persona que padece anorexia puede llegar a pesarse 20 veces en menos de 10 minutos, tienen la obsesión de conservar el mismo peso todos los instantes de su vida, y esto es imposible.
  • Cambios cognitivos.  El cambio cognitivo principal y más característico de la anorexia es la alteración de la percepción corporal.  Esta alteración va relacionada con una característica clave de la enfermedad: la negación.  La negación de estar delgadas, hambrientas, exhaustas, malhumoradas, solas; la negación de que tienen un grave problema y de que están enfermas.
  • Conservan la imagen que tenían al principio de adelgazar, no perciben la pérdida de kilos.
  • Rápidamente se sienten sacias, llenas, a punto de reventar.
  • En ellas, puede aparecer vello característico en los brazos, muy fino.
  • Tienden a tener la presión arterial muy baja, por ello son habituales las lipotimias.
  • También pueden presentar hinchazón abdominal.
  • Son personas muy perfeccionistas e hipercríticas.   

Las personas que padecen bulimia: 

  • Desean agradar a los demás.
  • Son personas muy impulsivas. 
  • Tienen poca capacidad por aceptar la crítica. 
  • Acostumbran a ser dictadoras en casa y sumisas con las personas que no conocen.
  • Tienen una baja autoestima. 
  • Fingen ser felices.
  • Suelen cambiar de amigos y de compañías muy a menudo.
  • Así como las personas anoréxicas tienden a ser muy perfeccionistas en sus estudios, ellas puede que lleven bien la materia durante una temporada y pasado un tiempo saquen resultados desastrosos.
  • El perfil de muchas de ellas es el de trastorno límite de la personalidad (para que nuestros lectores se hagan una idea, las personas que lo padecen tienen verdaderas dificultades para regular sus necesidades, por ello se encuentran controlados por sus propios impulsos, con lo que no saben poner límites. Viven en una permanente inestabilidad emocional, como en una especie de “montaña rusa”, de la cual, y esto es lo grave del problema, pueden salir despedidos en cualquier momento). 
  • La bulimia puede aparecer como un recurso para controlar el peso o como consuelo tras un periodo nervioso y de mucha ansiedad.
  • También utilizan diuréticos y laxantes.
  • Algunas personas también son hiperactivas. 
  • Tienen mucha ansiedad, esta es la razón principal por la que sufren atracones.
  • Ocultan su problema, sienten mucha vergüenza por ello.
  • El sexo no es satisfactorio pero muchas de ellas son adictas a mantener relaciones. Es otra forma de “llenarse”.
  • Son personas muy sociables y agradables, pero al mismo tiempo sumamente superficiales.
  • No les gusta su cuerpo, sienten repulsión hacia él.
  • Tienen un alto sentimiento de culpa. 
  • En la bulimia también existe una distorsión cognitiva de la imagen corporal. 
  • Estas personas no sienten la sensación de saciedad. Cuando tienen un atracón, su estómago no tiene límite, es como un pozo sin fondo.

Detección y tratamiento de la enfermedad

 Los trastornos de Alimentación esclavizan al ser humano, transforman todos sus pensamientos en uno, le convierten en un ser egoísta y puramente narcisista, no le permiten relacionarse con el medio que le rodea y en definitiva,no le dejan ser libre.
Las personas que padecen un trastorno alimentario difícilmente pedirán ayuda en las fases iniciales e incluso en fases más avanzadas.  Por ello, la familia, concretamente los padres, juegan un papel de vital importancia en la detección del problema.  Para ello, el conocimiento de la autoestima de aquella persona que padece o está en riesgo de padecer un trastorno alimentario, es esencial.

 ¿Cómo pueden los padres detectar una baja autoestima en su hijo?

  • Si existe una falta de confianza en sí mismo (pregunta constantemente si realiza bien esto o aquello).
  • Si alardea o cuenta mentiras para quedar por encima de sus hermanos o compañeros (hace esto para compensar las propias deficiencias.
  • Observemos cómo se enfrenta al fracaso. La falta de sentimientos en competencia o autoevaluación, lleva a aquella persona a evitar las situaciones que pueden confirmar sus expectativas de fracaso. Ante un problema de inseguridad, fingirá estar enferma, intentará no ir a clase, evitará el juego con sus compañeros y los compromisos sociales.
  •  Si no acepta, teme o rechaza las experiencias nuevas. La persona indecisa e insegura teme fracasar y se aparta de ellas.
  • ¿Le gusta y busca la independencia? El deseo de responsabilizarse de su propia vida indica confianza en su propia valoración y confianza en sí misma; si la rechaza, es síntoma claro de inseguridad.
  • ¿Qué opina de su imagen física? Si no se acepta, si evita conductas sociales y no se comunica, está actuando claramente de forma negativa.

Así pues, la búsqueda de ayuda médica y psicológica por parte de la familia es esencial en el tratamiento de los trastornos alimentarios.

El trabajo conjunto desde psiquiatría y psicología será la clave para ayudar a estas personas a recobrar el control de sus vidas, devolviéndoles la salud mental y física que precisan.

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