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Sexo en la menopausia

Con la llegada la menopausia son muchas las mujeres que consultan por problemas de libido e incapacidad por disfrutar del sexo.  Como dice Yolanda Segovia, “el órgano sexual más importante que existe es el cerebro” y, lo que sí sabemos, es que la menopausia, además de traer cambios a nivel fisiológico, viene acompañada de cambios a nivel anímico.  Es por ello que el cerebro juega un papel muy importante en la recuperación de los pensamientos positivos en torno al deseo sexual y el bienestar personal en toda su globalidad.

En la siguiente entrevista, Yolanda Segovia, psicóloga colaboradora del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos habla sobre cómo vivir las relaciones sexuales durante la menopausia.

Si el cerebro es el principal órgano sexual, ¿cómo se puede ejercitar durante la menopausia?

A través de la recreación de la imaginación.  Las fantasías sexuales acercan un mundo de placer al principal órgano que debe ser estimulado para aumentar la libido: el cerebro.  La desconexión mental sobre temas sexuales genera un desinterés que conduce a un estado de apatía sexual en el que la persona ni da ni recibe.  Las conexiones neuronales del placer, cuando se ponen en marcha, preservan nuestro estado de bienestar y producen una activación física y mental que se ve reflejada en el estado anímico.

¿Qué más nos puedes decir de este estado de apatía sexual?

El significativo desinterés por la vida sexual es lo que denominamos deseo sexual hipoactivo; podríamos decir que esta es la disfunción sexual femenina más frecuente.  Con ella aparecen problemas de carácter reactivo tales como dolor en la penetración y/o imposibilidad para lograr el orgasmo.  Todo ello provoca una disminución significativa e incluso desaparición de la actividad sexual en la pareja.

Y a nivel físico, ¿qué tipo de ejercicios pueden ayudar a sobrellevar mejor los cambios fisiológicos que lleva consigo la menopausia y que también afectan a la vida sexual?

Con la menopausia se produce una pérdida de flexibilidad y atrofia de los tejidos vaginales.  Todos aquellos ejercicios relacionados con ejercitar la musculatura vaginal serán un buen entrenamiento antes y durante esta etapa.

Concretamente, los ejercicios de Kegel son ejercicios de fisioterapia que van dirigidos a fortalecer los músculos del suelo pélvico.  Así mismo, los conos y las pesas vaginales (unos dispositivo con peso que se insertan en la vagina), son especialmente útiles para fortalecer la musculatura vaginal.

¿Cómo se trabaja la musculatura con los conos vaginales?

Bien, se trata de mantener el cono/peso dentro de la vagina a partir de la contracción de la musculatura (cuando el cono se inserta en la vagina provoca un suave reflejo de contracción muscular).  A medida que se incrementa la capacidad de los músculos para retener el cono/peso se introduce otro más pesado.  Para aquellas mujeres a quienes les resulta especialmente difícil contraer la musculatura del suelo pélvico (es fácil que intenten contraer otras zonas distintas a las que interesa realmente ejercitar), los conos y los pesos son una gran herramienta.

También queremos señalar que el entrenamiento del suelo pélvico es eficaz para prevenir la incontinencia urinaria que afecta a muchas mujeres en este periodo de su vida y que tanto incomoda.

¿Qué otro tipo de complicaciones aparecen en la menopausia en relación al sexo?

La sequedad vaginal es uno de los principales síntomas.  En terapia nos encontramos con pacientes que nunca han utilizado geles lubricantes durante el coito o los masajes previos.  El uso de geles, a cualquier edad, es un fantástico modo de disfrutar de las múltiples sensaciones que nos ofrece la piel.  El contacto lubricado siempre es más agradable e invita a descubrir el cuerpo en toda su extensión.  Además, cuando existe sequedad vaginal, ayuda a que no se produzca dolor en la penetración, por ello durante la menopausia se convierte en un aspecto importante.

¿Es cierto que en la menopausia disminuye la intensidad en el orgasmo?

Sí, es cierto.  El orgasmo no es tan rápido y fácil, por ello el contacto con la fantasía y la autoestimulación es tan importante.  Si mantenemos activas las conexiones mentales del placer, el sexo seguirá vivo.  Sentir placer a través de la propia estimulación es un elemento que denota salud sexual y bienestar personal.

Y a nivel de pareja, ¿qué tipo de ejercicios pueden resultar de ayuda cuando la libido tambalea?

 En todas aquellas dinámicas en las que la sorpresa y la intriga tienen un papel protagonista, los pensamientos relacionados con el sexo y el deseo aparecen con mayor facilidad.  En este sentido, los terapeutas nos encargamos de ofrecer ideas que se adapten a la dinámica de la pareja y, porqué no, se salgan un poco de la rutina.  Uno mismo puede pensar “¿qué puedo hacer?”, pero es complicado que el abanico de respuestas se escape de las opciones habituales tipo “hagamos una cena romántica” o “busquemos un momento íntimo y tranquilo”.  Sí, todo esto sirve, pero es época de cambios y los cambios piden nuevos cambios.  El terapeuta facilita la introducción de elementos más novedosos en la rutina sexual.

En relación a lo que expones, ¿podrías ofrecer algún ejemplo de dinámica?

Por ejemplo, los juegos sexuales en los que cada uno escribe un deseo o los masajes sorpresa donde la zona a estimular es elegida al azar (Ej. con un dado), aumentan la diversión en el encuentro sexual, e, inmediatamente, aumentan su atractivo.

El desinterés y la rutina son los peores enemigos del sexo.  La búsqueda de nuevos modos de mantenerlo ayuda al individuo a recuperar el control sobre una área importante de su vida que guarda una estrecha relación con su autoestima.

¿Qué más recomiendas?

En psicoterapia trabajamos mucho la reciprocidad tras el sexo.  No se trata únicamente de compartir en ese momento, sino también de después.  Responder a preguntas del tipo “¿qué es lo que más te ha gustado?”, o “¿qué es lo que más te ha sorprendido?” facilita la comunicación a un nivel de intimidad que ayudará a la pareja a sentirse cerca.  Los ejercicios de feedback pueden realizarse incluso por escrito.  Buscar un espacio para que cada uno exprese cómo se ha sentido y compartirlo aumenta la conexión.  Esto parece algo muy simple pero es una manera de dedicar “x” tiempo a algo que preocupa a la pareja.  El sentimiento que se genera tras actividades de este tipo es el de haber atendido el problema en lugar de dejarlo pasar.

Para terminar me gustaría añadir que la educación sexual que tanto trabajamos en terapia es un factor que disminuye el riesgo de aparición de trastornos sexuales en la menopausia y el hecho de que se vean incrementados cuando existe una disfunción sexual en la pareja.  Para ser más concretos, en parejas heterosexuales la disfunción eréctil triplica el riesgo de disfunción sexual en la mujer.

En definitiva, la salud sexual es fundamental para gozar de una salud mental y de una mayor calidad de vida.  Si algo no funciona quizás es momento de consultar con un terapeuta y trabajarlo, incluso durante la menopausia.

Muchas gracias Yolanda.

 

Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.

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