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Mitos y sexualidad. Cómo estos influyen en nuestras relaciones íntimas

Las personas nos vemos inevitablemente influidas por las expectativas y creencias socioculturales. Sobre qué conducta sexual “deben” manifestar hombres y mujeres.  Paralelamente a estas expectativas, nacen gran cantidad de mitos sexuales que terminan siendo dañinos para nuestra vivencia sexual.  El creer en los mitos sexuales nos limita la libertad de expresión en este terreno, y nos impide crecer y experimentar según nuestro deseo.  Por otro lado, los mitos nos alejan de la pareja al crear tabúes.  Esta distancia, conforme crece, crea más malestar y dificulta la comunicación entre cónyuges, una comunicación que no únicamente se empobrece a nivel sexual, muchas veces se extrapola a otras áreas de la vida en pareja.

Por todo ello, un buen ejercicio es revisar algunos de los mitos más comunes y reflexionar sobre cómo estos repercuten en nuestra vida íntima y, en consecuencia, en nuestra relación de pareja.

En la siguiente entrevista, Yolanda Segovia, psicóloga colaboradora del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos habla sobre los mitos más comunes y cómo afectan a nuestra vida sexual.

¿Cuáles son algunos de estos mitos?

 Algunos de los mitos más conocidos y que influyen en mayor grado sobre las personas y sus relaciones íntimas son:

  • El hombre siempre está dispuesto y desea llevar a cabo interacciones sexuales.
  • El sexo requiere una buena erección (cuanto mayor, mejor).  Por tanto, el hombre que no consiga buenas erecciones no tiene capacidad sexual.
  • Un pene pequeño, en especial si sigue resultando pequeño tras la erección, no será capaz de proporcionar placer a la mujer.
  • Una pérdida de erección en el varón está directamente relacionada con si éste encuentra atractiva a su pareja.
  • La masturbación es físicamente dañina y moralmente sucia y destructora para quien la practica.
  • Todo hombre debe saber cómo dar placer a una mujer.
  • En la relación sexual cada uno conoce instintivamente lo que su pareja piensa o quiere.
  • Cualquier mujer que lleva la iniciativa en las relaciones sexuales o en el sexo en general es considerada inmoral.
  • La vida sexual de la mujer se interrumpe con la menopausia.
  • Sexo o relaciones sexuales quieren decir coito.  Lo demás  son conductas sustitutivas. Cualquier otra cosa que no sea coito no cuenta.
  • Es un error el tener fantasías sexuales durante las interacciones sexuales, en especial durante el coito.
  • Para que una relación sexual sea considerada buena es imprescindible tener un orgasmo.
  • El sexo sólo es realmente bueno si los dos llegan al orgasmo a la vez, de forma conjunta.
  • El alcohol aumenta la potencia sexual.

¿Cómo afectan estos mitos a las personas?

Estos mitos pueden afectar directamente a la autoestima de las personas. En consecuencia, influir gravemente en sus relaciones íntimas.  Todas estas reglas absolutas y universales acerca de lo que es “normal” o “anormal” no ayudan a vivir la sexualidad de un modo natural e individual.  Con los mitos, hombres y mujeres pueden sentirse distintos y frustrados al creer que sus relaciones sexuales no son “como tendrían que ser”, al pensar que no podrán ofrecer placer a su pareja, al temer las consecuencias de ciertos actos, etc.

Entre todos los mitos mencionados, ¿nos podrías resaltar cuáles afectan mayormente a la población y cómo lo hacen?

En relación a la genitalización de las relaciones sexuales o a la creencia que las relaciones íntimas únicamente son completas si se logra la penetración y el orgasmo, es cierto que los genitales son una  parte del cuerpo humano con mucha importancia en las relaciones sexuales, pero reducir la sexualidad a la genitalidad es limitar la experiencia. Sobre todo si consideramos que todo nuestro organismo es sexuado. La piel es un órgano sexual, y como tal, debe tenerse en cuenta en nuestras relaciones íntimas. La penetración es sólo una práctica más dentro de las múltiples posibilidades que tenemos para satisfacernos. Pueden existir relaciones sexuales muy placenteras sin coito.

Sobre si la pérdida de la erección en el varón está directamente relacionada con si éste encuentra atractiva a su pareja. No existe una relación directa entre la pérdida de la erección y la falta de atracción sexual por la pareja. Los factores que se encuentran relacionados con la pérdida de erección o el mantenimiento de la misma para tener relaciones satisfactorias son múltiples, entre ellos destacan la ansiedad, el agotamiento, la inseguridad o algunas enfermedades como la diabetes.

Relacionado con el mito “todo hombre debe saber cómo dar placer a las mujeres”. La falta de información y el consecuente desconocimiento que muchas mujeres tienen sobre su sexualidad y las creencias asociadas a ésta, hacen que la vivan en función de las experiencias compartidas con otra persona. Reduciendo así su capacidad de aprendizaje erótico y encomendando la responsabilidad de su propio placer a la pareja. Es de suma importancia que cada miembro conozca qué le gusta, qué le excita, se comprometa con su propio disfrute y aprenda qué le gusta a su pareja, compartiendo y enriqueciendo de este modo la relación sexual. 

Y finalmente, sobre la creencia relacionada con el alcohol y si éste aumenta la potencia sexual. El alcohol en pequeñas cantidades puede aparentar ofrecer un efecto desinhibidor, facilitador de las relaciones interpersonales, pero en realidad, suele afectar negativamente al deseo y dificulta la erección en el hombre, el orgasmo en la mujer, y provoca trastornos relacionados con la eyaculación.

Uno de los mitos nos dice que es un error tener fantasías sexuales y utilizarlas en las relaciones íntimas de pareja…

¿Las fantasías pueden ayudar en el terreno sexual?

La fantasía es la vía que lleva al deseo. Necesitamos de la fantasía para abrir las “ganas de” y mantener la atracción sexual. En las fantasías no existen límites, cada uno individualmente puede disfrutar de ellas libremente, y si quiere, incluso puede ponerlas en práctica.

En ocasiones las personas bloquean sus fantasías debido a conflictos, tabúes, desinformación, traumas pasados, etc. Cuando aparecen, se sienten terriblemente culpables, hecho que repercute directamente en la autoestima y en la capacidad por establecer relaciones sexuales sanas y placenteras.

Los hombres y las mujeres usan las fantasías de distinto modo. Las fantasías son una parte vital de la forma de hacer el amor de un hombre.  Ya desde temprano, éstas desempeñan un papel importante en su comportamiento sexual. Cuando aparecen dificultades para lograr y mantener una erección, las fantasías pueden resultar de gran ayuda. Algunas de las fantasías masculinas más comunes son el mantener relaciones sexuales en grupo, mirar a otros hacer el amor, hacer el amor en un lugar insólito o hacer el amor en público donde puedan ser vistos.

Las fantasías femeninas provocan cosquilleos en el estómago, estremecimiento de la piel y humedecen la vagina.  Las mujeres que se disponen a tener relaciones sexuales y piensan de vez en cuando en el momento que les espera mientras realizan sus preparativos tales como bañarse, arreglarse, elegir la ropa, el perfume, etc., se excitan con mayor facilidad y gozan el sexo más que las mujeres que no lo hacen.  Algunas de las fantasías femeninas más habituales son hacer el amor con un amante ideal, practicar sexo en un lugar insólito, mantener relaciones sexuales en grupo o simplemente pensar en hacer el amor con la pareja.

¿Qué consejos pueden ayudar a mantener vivo el deseo?

 Puede ayudar a mantener vivo el deseo el tomar la iniciativa y decir a la pareja qué es lo que a uno le gusta. Decir adiós a la rutina intentando cambiar de lugar al establecer relaciones sexuales o intentado sorprender con pequeños detalles tales como un masaje previo. Utilizar la fantasía dado que el cerebro es el principal órgano sexual. Potenciar los preliminares con caricias y besos, cuidar la sintonía con la pareja y las ilusiones que unen uno al otro. Crear un espacio de pareja semanal para disfrutar a solas de la compañía. Poder hablar de sexo sin miedo. La comunicación a nivel sexual abrirá las puerta a las relaciones cómodas, naturales y que preserven la autoestima individual de cada uno.

¿Qué recomendaciones pueden ayudar a que exista un acercamiento en la pareja y hacer más satisfactoria la relación sexual?

 Algunas de las recomendaciones que pueden colaborar a que exista un mayor acercamiento y, en consecuencia, que las relaciones sexuales sean más placenteras, son:

  • Cuanta más intimidad en la pareja, mejor es la relación sexual.
  • La comunicación es esencial en cuanto a la capacidad de realizar peticiones sexuales directas y claras.
  • Es crucial reservar tiempo para la pareja.
  • El afecto y el contacto físico deben demostrarse a lo largo de todo el día y no reservarse sólo para la cama.
  • Es importante ser espontáneo y relajado en las relaciones sexuales.
  • Resulta de ayuda mantener una actitud de flexibilidad y disposición a la experimentación sexual.
  • Es importante aprender a reírse ante posibles experiencias sexuales mediocres o no satisfactorias.
  • El orgasmo o el coito no son el único objetivo de las relaciones sexuales.

Recordar estos aspectos puede ayudarnos a encontrar un significado más global sobre el sexo y compartirlo con la persona que deseemos.  

 Muchas gracias Yolanda.

Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.

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