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La Psicoterapia desde un posicionamiento integrador y multidisciplinar

En este articulo, Sònia Algueró, psicóloga clínica y Directora del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos habla sobre las distintas orientaciones que existen en psicología y psicoterapia  y nos introduce el posicionamiento integrador y multidisciplinar.

¿Existe un único modo de realizar psicoterapia?

En psicología existen diferentes orientaciones: psicodinámicas, cognitivo-conductuales, sistémicas, constructivistas, etc., que han ido evolucionando a lo largo del tiempo.

Actualmente, la búsqueda de lo que se denomina factores comunes supone la identificación de aquellos ingredientes que comparten la mayoría de psicoterapias.

La investigación científica demuestra que no existe una teoría mejor que otra, o que ofrezca unos resultados mejores que otros.

Las variables

La eficacia de una técnica depende del planteamiento de su aplicación. En cualquier técnica utilizada debemos tener en cuenta las variables del sujeto (cuáles son sus rasgos de personalidad, qué síntomas presenta y qué dificultades de afrontamiento aparecen ante la vida y que le ocasionan este problema) así como las variables ambientales que se producen en ese momento.  Una vez recopilada esta información,  disponemos de unos principios comunes que podremos utilizar basándonos en nuestro estilo profesional como terapeutas, es decir, nuestro perfil personal, nuestra formación y nuestra experiencia. A partir de aquí, debemos plantearnos un objetivo, juntamente con el paciente, para poder delimitar y consensuar cuál es la necesidad que aparece en ese momento de su vida.

Terapia integradora

La utilización de los principios comunes, nos permite ampliar la visión del mundo del paciente, recapitular conflictos genéricos, establecer una experiencia emocional correctiva, promocionar expectativas positivas, experimentar emociones, ejercer una influencia social y promover la práctica de nuevas competencias.  Se ha demostrado que la aplicación de los principios funciona con cualquier teoría u orientación psicológica, y pertenece a lo que actualmente se denomina orientación integradora.

 

¿Qué tipo de orientaciones existen en psicología?

Existen muchas orientaciones distintas que podemos resumir en cinco grandes grupos.

Historia biográfica del paciente

El primero lo conforman todas aquellas orientaciones relacionadas con la historia biográfica del paciente, como por ejemplo el psicoanálisis, entre otras. Son aquellas teorías que tienen en cuenta las variables que han influido en la historia biográfica del individuo.

Comportamiento del individuo

Al segundo grupo pertenecen todas aquellas teorías que parten de la conducta, es decir, del comportamiento del individuo. Aquí encontraríamos las teorías conductuales, es decir, aquellas teorías basadas en el uso del comportamiento para producir un cambio en el problema que presenta el sujeto.

Pensamiento congnitivo

En un tercer grupo conviven las teorías que parten del pensamiento, las teorías que denominamos cognitivas.  Todas ellas contemplan que los pensamientos son la base de los comportamientos disfuncionales, explican la existencia de unos errores cognitivos que propician que la persona tenga problemas, puesto que basa su comportamiento en esas creencias irracionales (Ellis).

Teorías sistémicas

El cuarto grupo se basa en el sistema de relaciones. En él encontramos las teorías sistémicas, teorías que parten de la interrelación que se produce entre los distintos miembros de la familia así como con otros sistemas (amigos, trabajo, etc.).  Las teorías sistémicas trabajan a través de la modificación de la dinámica que se establece en esta interrelación, buscando funcionalidad en dichas relaciones sin la necesidad de la aparición de un síntoma.

Y para finalizar, encontramos las teorías basadas en la emocionalidad. En ellas se ubica el foco de intervención en el cambio de la emoción negativa que presenta el sujeto cuando solicita una intervención psicológica.

 

¿Qué ventajas ofrece la psicoterapia con posicionamiento integrador?

La gran ventaja de un posicionamiento integrador se basa en poder disponer del amplio abanico de técnicas mencionado, basadas en diferentes orientaciones por parte del terapeuta, para la posterior aplicación dentro de la estrategia de intervención.  Con dicha estrategia delimitaremos dónde se halla el paciente, hacia dónde quiere ir y cuál es el camino más eficaz. Se trata de tomar la estrategia más adecuada para generar un cambio. Utilizaremos unas técnicas u otras en función de dicha estrategia, según nuestro estilo profesional y en función de la demanda que plantea el paciente.

El hecho de poder utilizar la técnica que mejor resultado ofrezca, es un gran recurso para solucionar el problema que presenta el paciente.  Esto significa que si tenemos en cuenta los criterios de eficacia, intentaremos resolver ese problema con el menor tiempo posible y del modo que resulte más satisfactorio para el paciente, adaptándonos a sus necesidades en lugar de que él tenga que adaptarse a nuestra doctrina.

Posicionamiento integrador

Por todo ello, es recomendable trabajar de acuerdo con la orientación integradora en la cual el objetivo prioritario es que el paciente obtenga unos resultados que le satisfagan, según las necesidades que presente en ese momento de su vida.

La formación del terapeuta en variedad de técnicas procedentes de distintas orientaciones refleja una competencia técnica también importante en el marco de la ética profesional. El terapeuta debe hacer uso de todos sus recursos para poder solventar el problema que presenta el paciente y debe hacerlo, a partir de distintas aplicaciones, del modo más eficaz posible para conseguir el objetivo u objetivos terapéuticos consensuados con el paciente.

Existen otros aspectos interesantes a tener en cuenta dentro de este posicionamiento integrador. Uno de ellos es el contexto en el que se trabaja.  En un centro privado de asistencia se acogen gran variedad de problemáticas.

El paciente no sólo asume el coste económico del tratamiento, sino también el coste emocional que implica decidirse a cambiar aspectos y comportamientos de su vida que le ocasionan dificultades.   Trabajar desde un posicionamiento integrador ayuda a buscar las técnicas y la estrategia necesarias para solventar el problema y facilita aligerar este proceso para que no sea tan costoso.

Evaluación diagnóstica

También debemos tener en cuenta al iniciar una terapia la evaluación diagnóstica.  Para poder plantear un plan de trabajo lo más eficaz posible, que no incremente el coste emocional y económico del paciente, tenemos que conocer muy bien qué necesita aquella persona. No únicamente a partir de su discurso, sino también de la disfuncionalidad que pueda presentar a nivel de estructura de personalidad y sintomatología.  Por ello, debe partirse de la elaboración de una evaluación psicológica que posteriormente  facilite una estrategia de trabajo lo más acotada posible a su situación individual.  Este diagnóstico, de algún modo, también nos indicará si el paciente necesita la intervención de otro profesional.  Según mi experiencia es importante trabajar con un posicionamiento multidisciplinar, puesto que a veces los resultados no se obtienen únicamente a partir de la intervención en psicología, sino que será necesaria la actuación de otros profesionales, por ejemplo, psiquiatría .

Un trabajo conjunto entre psicología y psiquiatría facilita la visión y análisis global del problema. Muchos aspectos que pueden observarse desde el área de psicología complementan la visión del área de psiquiatría y viceversa. Todo ello mejora y acelera la evolución de la terapia.

Trabajo multidisciplinario

El posicionamiento pluridisciplinar también se aplica al trabajo coordinado entre las especialidades de la psicología. Es importante el trabajo en equipo puesto que algunos profesionales trabajan de forma más específica en depresión, otros en estrés, en terapia de pareja, en adicciones, trastornos alimentarios, etc.  También existen diferencias entre aquellos psicólogos que se dedican al ámbito de los adultos, los niños y adolescentes o la gente mayor. Por otra parte, en algunos casos será recomendable utilizar diferentes modalidades terapéuticas como grupos, terapias de familia, etc.

 

¿Cómo se elaboran los objetivos en la terapia integradora?

En ocasiones nos encontramos con personas que acuden a terapia y piden cumplir un objetivo genérico como por ejemplo “poder ser feliz”.  A nivel técnico este objetivo no es operativo.  Como profesionales tenemos que elaborar una demanda, es decir, elaborar aquello que pide el paciente de modo que sea funcional y “palpable” para poder trabajar.  Poder trabajar significa plantear un objetivo concreto y aplicar toda una serie de pautas para conseguir aquello que realmente necesita el individuo.  Muchas veces, la persona no lo tiene claro, no sabe específicamente qué necesita, y por ello, el terapeuta es el encargado de ayudarle a definirlo.

La historia clínica

Gracias a la utilización de una historia clínica, de la información que pueda aportar el paciente a lo largo de las sesiones y de la evaluación psicológica, exploraremos la problemática, elaboraremos un diagnóstico y fijaremos unos objetivos.

El diagnóstico siempre es distinto en función de cada individuo, y el modo de intervención que llevemos a cabo dependerá del contexto, las experiencias vividas del paciente, el estilo personal del terapeuta, etc.

En definitiva, lo que intentaremos es formular una demanda específica e individualizada que nos permita trabajar en un objetivo u objetivos terapéuticos concretos.

Muchas gracias Sònia.

Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.

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