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El trastorno bipolar. Una montaña rusa de subidas y bajadas

“El trastorno bipolar existe por igual en todo el mundo, independientemente de las características culturales, la etnia, el grado de progreso tecnológico, etc.”.

 “El sistema límbico es el encargado de regular nuestras emociones.  Las personas que sufren un trastorno bipolar, padecen un mal funcionamiento de este sistema”.

“Algunos neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la acetilcolina, juegan un papel muy importante en cada fase del trastorno bipolar”. 

En la siguiente entrevista, la Dra. en Psicología Marilén Barceló, psicóloga colaboradora del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos habla sobre la sintomatología del trastorno bipolar y sobre la importancia de su diagnóstico y tratamiento.

¿Qué es el trastorno bipolar?

El trastorno bipolar es una enfermedad que afecta a los mecanismos que regulan el estado de ánimo.  La persona que sufre un trastorno bipolar pierde el control sobre su estado de ánimo. Éste tiende a describir oscilaciones más o menos intensas que van desde la euforia patológica hasta la depresión, sin que dichas oscilaciones guarden relación con el contexto exterior.

El trastorno bipolar es una enfermedad crónica, episódica y recurrente, tratable con medicación.

¿Cuál es la causa de esta enfermedad?

La causa de esta enfermedad es biológica y su origen es genético.  El sistema límbico es el encargado de regular nuestras emociones, es el responsable de que nuestro estado de ánimo sea estable y acorde a las circunstancias y episodios de vida.  Las personas que sufren un trastorno bipolar, padecen un mal funcionamiento de este sistema límbico. Por lo que su estado de ánimo sufre bruscas alteraciones sin que exista necesariamente ningún problema externo (personal, laboral, familiar o social) que las justifique.

Algunos neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la acetilcolina, juegan también un papel muy importante en cada fase de la enfermedad.  Existe un aumento de los niveles de dopamina en las fases maníacas y una disminución de serotonina durante la depresión; más adelante hablaremos de dichas fases. Ciertas hormonas, sobretodo la tiroxina, igualmente están implicadas en estas alteraciones del estado de ánimo.

Además, es importante señalar que el trastorno bipolar es una enfermedad con un elevado componente hereditario. Con ello queremos decir que este trastorno puede heredarse pero no necesariamente deba heredarse.

¿Cuáles son los síntomas del trastorno bipolar?

Este trastorno funciona, tal y como ya dejábamos entrever, por episodios o fases.  Básicamente existen dos tipos de fases: las fases depresivas y las fases maníacas.  También existen las fases mixtas, una mezcla de ambas, y las fases hipomaníacas, fases maníacas de menor intensidad.  Así pues, no hablamos de síntomas del trastorno bipolar, sino de síntomas de cada una de las fases.

Así pues, ¿cuáles son los síntomas de la fase maníaca?

La manía es una elevación patológica del estado de ánimo.  La persona que sufre una fase maníaca suele presentar disminución de la necesidad de dormir, aumento de la energía, irritabilidad, hiperactividad, aumento del gasto económico, aumento de la sociabilidad, euforia, aumento de la velocidad del pensamiento, aumento del impulso sexual, en ocasiones viste llamativa o extravagante, habitualmente suele imaginar nuevos proyectos (generalmente grandiosos e incluso absurdos), y, en los casos más graves, puede manifestar síntomas psicóticos, es decir, delirios y/o alucinaciones.

¿Y los síntomas de la fase depresiva?

La fase depresiva se caracteriza por síntomas como el llanto, el cansancio, el aumento de las horas de sueño (aunque algunas personas pueden padecer insomnio), la pérdida de ilusión por las cosas, la ansiedad, la apatía, la baja autoestima, los pensamientos negativos, el pesimismo y las ideas relacionadas con la muerte.

¿Y qué entendemos por estados mixtos?

Las fases mixtas son un tipo de episodio que pueden presentar determinados pacientes bipolares, caracterizada por una mezcla de sintomatología depresiva y maníaca.  Los síntomas más frecuentes son la irritabilidad, la dificultad para conciliar y mantener el sueño, la impaciencia e intolerancia con personas cercanas (por ejemplo del ámbito laboral o familiar), la ansiedad, los pensamientos negativos y el pensamiento acelerado.  Ésta sería una forma característica de estado mixto, pero cualquier otra combinación de síntomas depresivos y maníacos también se considera fase mixta.

¿Se trata de una enfermedad frecuente?

Incluyendo las formas menos graves, entre un 2 y un 5 % de la población mundial sufre algún tipo de trastorno bipolar.

Por otro lado, a diferencia de lo que mucha gente cree, los trastornos bipolares no son enfermedades consecuencia del estrés y las exigencias propias de las sociedades “tecnológicamente más avanzadas”.  El trastorno bipolar existe por igual en todo el mundo, independientemente de las características culturales, la etnia, el grado de progreso tecnológico, etc.  Así pues, el trastorno bipolar no tiene su origen en ningún factor social tal y como anunciábamos, su causa se encuentra en la alteración de algunos mecanismos de nuestro cerebro.

¿Esta enfermedad es más común en hombres o mujeres?

Algunos estudios indican que el trastorno bipolar es discretamente más común entre las mujeres.  Concretamente habría 1,4 mujeres bipolares por cada hombre.

¿A qué edad aparece el trastorno bipolar?

Éste puede aparecer en cualquier momento de la vida, aunque es más característico que se inicie entre los 15 y 25 años.  Es importante destacar la existencia de muchos casos de trastorno bipolar en la infancia difíciles de tratar y distinguir entre otros trastornos psiquiátricos infantiles, como por ejemplo, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

¿Es importante el diagnóstico de este trastorno?

Un diagnóstico es una categoría que agrupa a una serie de personas que padecen un conjunto de síntomas determinados, del que se supone, por casuística, un determinado pronóstico y una determinada respuesta terapéutica.  Poder diagnosticar a alguien, centrándonos en el tema que hoy tratamos, de trastorno bipolar, permite prever una cierta evolución de su caso y conocer cuál es el tratamiento más adecuado para su sintomatología.

Aún así, cuando entrevistamos a una persona con un posible trastorno bipolar, existe el riesgo de confundir su enfermedad con otras, sobre todo si únicamente nos fijamos en los síntomas presentes en el momento de la visita y no en la trayectoria de la enfermedad.  Por ejemplo, si acude a consulta un paciente deprimido y no le preguntamos si en algún momento de su pasado ha estado excesivamente acelerado, eufórico, irritable, gastando demasiado dinero en cosas innecesarias, con mucho entusiasmo y todo ello acompañado de un aumento importante de su vida sexual (por ejemplo), es posible que diagnostiquemos únicamente una depresión.

Así pues, identificar correctamente un caso de trastorno bipolar depende, en gran parte, de llevar a cabo una correcta entrevista diagnóstica con el paciente y aquellos que le rodean (familiares cercanos), teniendo en cuenta el recorrido de la enfermedad y no únicamente aquello que vemos a lo largo de una entrevista.

¿El tratamiento farmacológico, en el caso del tratamiento bipolar, es para toda la vida?

El trastorno bipolar es una enfermedad cíclica y recurrente.  Puede que un paciente lleve años sin presentar ningún síntoma, pero esto no significa que no vaya a recaer más.  Por este motivo, el tratamiento es, generalmente, crónico.

Por otro lado, una persona bipolar que no se medique nunca puede convertirse en un grave problema.  La enfermedad tiende a agravarse si no recibe un tratamiento adecuado.  En estos casos, los episodios son cada vez más largos e intensos, y los periodos sin síntomas se acortan e incluso, en algunos casos, desaparecen por completo.

¿Cómo ayuda el tratamiento psicológico a una persona que padece un trastorno bipolar?

La psicoterapia pretende enseñar al paciente bipolar a convivir con su enfermedad, aceptarse mejor, regular correctamente sus horarios, detectar los síntomas de cada fase antes de que sea demasiado tarde, y tratar determinados episodios (sobre todo en fases depresivas).  La psicoterapia ayuda a la persona a llevar un orden en su vida y no sentir que está en una montaña rusa con continuas subidas y bajadas incontrolables.  Aún así, la psicoterapia debe ser siempre un complemento, nunca substituir la medicación.

Muchas gracias Marilén.

Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.

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