En el publirreportaje de una conocida marca de cosméticos se muestra como un dibujante de la policía retrata con los ojos cerrados a un grupo de mujeres a partir de la descripción que ellas mismas dan y la descripción que ofrecen otras personas anónimas.
A partir de este interesante video, desde INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, ofrecemos una reflexión sobre la importancia de tener una autoimagen positiva y realista:
“Preservar nuestra autoestima está relacionado con sentirnos bien con nuestra autoimagen; este hecho permitirá presentarnos al mundo de un modo seguro”.
¿Qué nos muestra este publirreportaje?
Existe una notable diferencia entre los retratos que dibuja el policía a partir de la descripción de las participantes y la descripción de las personas anónimas. Tras ver los resultados, todas las mujeres llegan a la misma conclusión: la percepción que tienen sobre su propia imagen no expresa la belleza real que hay en ellas.
Cuando hablamos de autoimagen es importante recordar dos adjetivos que la preservan: positiva y realista; la autoimagen asociada a un carácter positivo y realista nos lleva ha hablar de autoestima.
Relacionamos la autoestima con la capacidad de reconocer quienes somos y utilizar esta visión de un modo sano y funcional, buscando el equilibrio entre nuestras necesidades y las ajenas. Para ello, identificar los elementos que configuran nuestra persona, tanto corporales como mentales, será el primer paso. Si la persona no los reconoce, difícilmente podrá mostrarlos, ponerlos en juego y hacer frente al mundo de un modo seguro.
Así pues, entendemos que la autoestima y la autoimagen están íntimamente relacionadas. ¿Cómo es esta relación?
La autoestima está íntimamente ligada a nuestro autoconcepto y viceversa. Para entender mejor esta relación, puede resultar de ayuda atender a los siguientes puntos:
- Qué imagen tenemos de nuestra persona.
- Cual es la imagen creemos que proyectamos a los demás.
- Qué nos dicen los demás que proyectamos.
- Y finalmente: cómo nos sentimos al respecto.
Estas cuestiones ofrecen información sobre qué repercusión tiene nuestro autoconcepto y, en consecuencia, cómo afectará a nuestra autoestima. Si respondiendo a dichas cuestiones detectamos malestar, posiblemente no estemos satisfechos con nuestra autoimagen y esto repercuta sobre nuestro estado anímico, estilo relacional y comunicativo, la proyección de retos, etc.
¿Es fácil mostrar una imagen positiva y realista al mismo tiempo?
La imagen positiva y realista es aquella que tiene en cuenta los puntos “débiles” y busca el modo de encontrar qué función desempeñan; así mismo, paralelamente potencia los más “fuertes”. De este modo, la imagen positiva y realista no esconde, al contrario, muestra con ingenio, conocimiento y eficiencia.
En definitiva, se trata de que “puntos fuertes” y “puntos menos fuertes” convivan, a partir de adaptarlos a cada momento y situación.
Por ello, la autoimagen no pierde positivismo por ser más realista, al contrario, se convierte en una imagen útil. El encontrar la utilidad ofrece la base segura que antes comentábamos, una carta de presentación que nos permite decir: ESTE/A SOY YO.
¿Cómo podemos trabajar la autoimagen positiva y realista?
Desde la psicoterapia, este es uno de los principales trabajos que realizamos:
- Detectar aquellos elementos que componen mi “yo”.
- Qué función desempeñan dichos elementos.
- Cómo me siento al respecto.
- Buscar un punto medio y realista sobre: cómo me gustaría ser/qué elementos ya poseo y podría rentabilizar/qué puedo hacer para iniciar un pequeño cambio en mi vida diaria.
Este tipo de reflexiones conectan con el malestar que producen pensamientos y conductas no funcionales y otorgan una posición activa a la persona que le permite decidir qué aspectos desea trabajar.
Atender a la autoimagen nos recuerda que podemos mostrar y sacar partido a la belleza que se ve y se siente; cómo decía el video: “you are more beautiful than you think”.