“La maternidad es un proceso de aprendizaje, no se nace sabiendo ser madre”.
“Por muchos consejos que el contexto intente aportar, es importante aprender a confiar en una misma como madre y conectar con el bebé”.
En la siguiente entrevista, Laia Belles, psicóloga colaboradora del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos habla sobre la depresión postparto y sus consecuencias.
¿Qué entendemos por depresión postparto?
La depresión postparto es una forma de depresión que puede afectar a las mujeres después del nacimiento de un hijo/a. Este tipo de depresión afecta al bienestar, desarrollo y salud mental de la madre y el bebé. Los estudios que se han realizado al respecto no han determinado una causa exacta, pero sabemos que el cambio hormonal sumado al cambio de ritmo de vida es un posible detonante. El trastorno aparece normalmente las cuatro primeras semanas después del nacimiento, y llega a su máxima intensidad durante los seis primeros meses, a veces llegando al año. Aunque tiende a remitir tras haber llegado a su máxima intensidad a lo largo de este periodo, causa un considerable malestar en la mujer y su familia. En este tipo de depresión aparece especialmente una problemática: sus síntomas impiden llevar a cabo el papel social necesario tras el nacimiento.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de la depresión postparto?
Los síntomas más comunes son tristeza, ansiedad, inquietud, irritabilidad, llanto incontrolable, sentimientos de culpa, desórdenes del sueño, miedo a herir al bebé, cambios en el apetito y la libido. Además, habitualmente aparecen problemas relacionados con la adaptación de la mujer al papel de cuidar del bebé, la intimidad de pareja, las relaciones con el resto de familia y contextos sociales, así como el rol en el trabajo. Por otro lado, las secuelas incluyen dificultades en la relación madre-bebé y en el establecimiento del vínculo afectivo, conflictos de pareja, así como posteriores problemas en el desarrollo cognitivo, conductual y socioemocional del niño.
¿Qué factores de riesgo pueden predisponer a sufrir una depresión postparto?
Entre los factores de riesgo encontramos el ser menor de 20 años, padecer o haber padecido experiencias duras, insatisfacción en la pareja, una personalidad vulnerable, falta de soporte social, historia previa de trastorno psiquiátrico, tristeza o depresión prenatal, bajo estado de ánimo, ansiedad prenatal, estrés, un embarazo no planeado, vivir un hecho estresante durante el embarazo o el parto,( por ejemplo, una enfermedad, muerte o padecimiento de un ser querido, un parto difícil o de emergencia, haber sufrido violencia obstétrica, un parto prematuro o una enfermedad o anomalía congénita en el bebé. etc.).
¿Qué sentimientos van asociados?
Los cambios que generan el embarazo y el parto (hormonales, físicos, sociales, relacionales y emocionales) son experimentados como incompatibles con el papel que la mujer había ocupado hasta el momento. Esta vivencia de incompatibilidad da lugar a una dificultad para poder integrar “como son las cosas” y “como deberían ser”. Por ejemplo, “debería querer a mi bebé, pero a veces siento mucha rabia hacia él”; o “debería saber consolarlo, pero soy incapaz de hacerlo”. Este estado da lugar a sentimientos de inseguridad (”no puedo superar esto, no sé cuidar de mi hijo/a”), de culpabilidad (“no debería sentirme así, soy una mala madre”), y aislamiento (“esto sólo me pasa a mi”). Dado que no pueden atribuir conscientemente el origen de tanta ansiedad y sufrimiento al bebé (esto provocaría aún más culpabilidad). Todas estas emociones negativas se dirigen contra la propia madre, hecho que contribuye a empeorar la situación de aislamiento.
¿Qué tipo de trabajo se realiza en psicoterapia en estos casos?
Si se sospecha de la presencia del trastorno, hay que animar a la madre a expresar cómo se siente realmente tras el parto.
La gran dificultad es expresar sentimientos reales dado el alto sentimiento de culpabilidad que provocan. Recordar a la madre que todo lo que está pasando es consecuencia de la depresión postparto suele ser de gran ayuda. Hay que tranquilizarla y acompañarla en el proceso. Es importante involucrar a la pareja de forma que ésta pueda comprender qué está sucediendo. La pareja también ha sufrido las consecuencias de la depresión postparto. Posiblemente sea quien mejor pueda ofrecer ayuda y cariño a la madre, aunque también necesitará apoyo y comprensión para sí misma, especialmente si se ha sentido desplazada e incluso ignorada tras el nacimiento.
Este es un aspecto importante ya que si la pareja no comprende hasta qué punto su mujer necesita su apoyo, posiblemente surgirán más problemas. Así pues, la terapia trabaja el reconocimiento de lo que está sucediendo, ofrece apoyo y comprensión, intenta identificar pensamientos negativos, ayuda a expresar emociones (tal y como decíamos, muchas veces tabú debido a la presión social), y ofrece tratamiento para los síntomas (tristeza, ansiedad, etc.), así como estrategias para afrontar la nueva situación vital.
En definitiva, la terapia ayuda a la madre a confiar en ella misma y a vivir la maternidad de forma más positiva. Por otro lado, ofrece apoyo y asesoramiento a la familia
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Muchas gracias Laia.
Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.