En la siguiente entrevista, Alejandra Escura, psicóloga colaboradora del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos presenta el entrenamiento de la Inteligencia Emocional en niños.
“La inteligencia emocional aumenta la tolerancia a la frustración y mejora las capacidades relacionadas con la resolución de conflictos”.
“Una herramienta muy habitual en el trabajo de la inteligencia emocional son los cuentos infantiles. El uso de historias divertidas, bonitas metáforas y personajes fantásticos, ofrecen al niño mensajes cargados de contenido y significado”.
¿A quién va dirigido el trabajo de la Inteligencia Emocional?
La Inteligencia Emocional puede entrenarse tanto en adultos como en niños y adolescentes, y hacerlo de modo individual o grupal.
En el caso de los más pequeños, integrar este estilo de trabajo en su aprendizaje se traduce en un mayor abanico de capacidades a la hora de gestionar sus emociones ante situaciones vividas y que aún están por vivir.
Resulta especialmente interesante facilitar ejercicios de IE a niños con trastornos de aprendizaje, TDAH o dificultades relacionales. Enseñar a los pequeños técnicas dirigidas al autoconocimiento y la regulación emocional, así como al entrenamiento de habilidades sociales, complementa la biblioteca de recursos personales que cada uno posee.
¿Qué más objetivos tiene el entrenamiento de la Inteligencia Emocional en niños?
La gestión emocional a partir de las capacidades citadas facilita al niño la resolución de conflictos en el momento actual y promueve el uso de futuros recursos necesarios en la vida adulta.
Por otro lado, la Inteligencia Emocional aumenta la tolerancia a la frustración y agiliza la capacidad de expresión incluyendo en las conversaciones aspectos hasta entonces “desconocidos”.
Más concretamente, ¿cómo se trabaja la resolución de conflictos y las habilidades relacionadas con el diálogo?
Son muchos los modos. Desde psicoterapia infantil, una técnica muy útil es la “rueda de habilidades”. Tanto en un caso como en otro, el terapeuta muestra al niño la rueda con todas las opciones y, a partir de su manejo (a modo incluso de juego), se inicia un trabajo psicoeducativo.
En el caso de la resolución de conflictos, la rueda muestra tipos de respuesta ante un problema. Entre las principales opciones encontramos “expresar qué siento”, “hablar con los padres o la maestra”, “marcharme”, “no decir nada”, “expresar mis derechos”, etc.
En el caso del trabajo de habilidades en el diálogo y la conversación, “saludar/despedirse”, “mirar a los ojos”, “dejar un espacio físico entre yo y el otro”, “respetar los turnos de palabra”, etc., son otros de los aspectos que protagonizan el entrenamiento.
¿De qué más formas pueden trabajarse las capacidades básicas de la Inteligencia Emocional?
Una herramienta muy habitual son los cuentos infantiles. El uso de historias divertidas, bonitas metáforas y personajes fantásticos, ofrecen a los niños mensajes cargados de contenido y significado.
A continuación os mostramos una interesante fábula que utilizamos en psicoterapia infantil para trabajar el saber perdonar:
“¿En la piedra o en la arena?
Dos amigos, Víctor y Roberto, viajaban por el desierto cuando se pusieron a discutir. Víctor dio a Roberto una fuerte bofetada. Roberto, ofendido y sin decir nada, se agachó y escribió con sus dedos en la arena: “hoy mi mejor amigo me ha dado una fuerte bofetada en la cara”. Continuaron el trayecto y llegaron hasta un oasis donde decidieron bañarse. Roberto empezó a ahogarse. Al darse cuenta, Víctor se tiró al agua y le salvó la vida. Cuando Roberto se recuperó, tomó un estilete y empezó a grabar unas palabras en una enorme piedra. Al acabar se podía leer: “Hoy mi mejor amigo me ha salvado la vida”. Intrigado, Víctor le preguntó: “¿Por qué cuando te hice daño escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?”
Sonriente, Roberto le respondió:
“Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir la ofensa en la arena, ya que el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarla y apagarla. En cambio, cuando un gran amigo nos ayuda, es preciso grabarlo en la piedra, donde ningún viento será capaz de borrarlo”.
¿Cómo se trabaja posteriormente un cuento de este tipo?
Lanzando cuestiones que relacionen el contenido del cuento con aspectos propios del niño. El trabajo de preguntas y respuestas fomenta la reflexión sobre temas que enriquecen los pilares básicos de la IE.
“¿Qué tipo de recuerdos sueles guardar, los agradables o los desagradables?; ¿Por qué?” o “¿Qué recuerdos y ofensas desagradables te gustaría que se llevara el viento?”,son algunos ejemplos.
Los niños disfrutan tocando, jugando, ensuciando. ¿Cómo pueden utilizarse las artes plásticas en el trabajo de la inteligencia emocional con niños?
Las manualidades, en general, son una gran herramienta para trabajar con niños. Como bien comentas, ellos disfrutan tocando. Por ello, transmitir algunos mensajes a través de las técnicas plásticas puede resultar muy eficaz.
Un ejercicio que recientemente practicábamos con chicos de 8-10 años, era el paralelismo entre el concepto de cuidar la tierra y cuidarse a uno mismo. La dinámica consistía en citar distintos elementos que conforman la tierra, buscar fotografías o dibujos, hacer un collage con todos ellos y, a su vez, relacionarlos con el mundo emocional del pequeño.
En definitiva podríamos decir que la creatividad del terapeuta fusionada con la imaginación del niño se convierte en la combinación perfecta para trabajar la inteligencia emocional.
Muchas gracias Alejandra.
Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.
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