En la siguiente entrevista, la Dra. Marilén Barceló, psicóloga colaboradora del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos habla sobre la diferencia de edad en las relaciones de pareja y, más concretamente, cuando ellas son las mayores.
“Cuando una persona se enamora, no pide el carnet de identidad”.
“En una relación es importante saber qué podemos ofrecer y qué nos puede ofrecer el otro”.
“Uno tiene que ser sincero y enamorarse de la persona, no de la persona que espere que sea”.
Hace unas décadas era impensable que una mujer fuera mayor que su marido. ¿Qué ha provocado este cambio en las parejas?
El contexto social ha cambiado. Ahora no es ni mejor ni peor, simplemente distinto. Hace 50 años la mujer estaba en casa cuidando de los niños y el hombre era quien trabajaba y traía el dinero.
Hoy en día las mujeres ocupan su lugar en el marco laboral. Así mismo, algunas mujeres siguen eligiendo dejar de trabajar y ser amas de casa; siempre que se trate de una decisión voluntaria, será un bien para la familia (es una opción más).
Al margen de la realidad económica y la época de crisis que estamos viviendo, la diferencia reside en que hace 50 años la mujer no tenía la oportunidad de elegir y ahora sí, igual que también la tiene el hombre.
Antes la mujer salía de casa muy jovencita para convivir con su marido. Desde su posición inexperta buscaba un modelo que le proporcionara protección y seguridad. Ahora este rol ha cambiado. El hecho de haber vivido y experimentado ha generado la misma capacidad autónoma y crítica en el hombre y en la mujer, provocando que ella ya no busque ese modelo protector, sino un modelo para compartir. Cuando una persona se enamora, no pide el carnet de identidad, por ello la diferencia de edad deja de importar.
¿Y que implica buscar un modelo para compartir?
Buscar un modelo para compartir implica tener proyectos de vida similares; éste sí es un factor crucial. Si no existe una sintonía en ese camino de vida aparecerán graves problemas en las relaciones de pareja. En ocasiones, la diferencia de edad marca etapas distintas y proyectos distintos, pero existen muchos otros factores que entran en juego: personalidad, historia de vida, relaciones anteriores, escala de valores, etc. Así mismo, dos personas pueden tener edades distintas y coincidir en sus proyectos de vida presentes y futuros.
¿Qué pueden hacer las parejas para poner en común estos proyectos?
Hablar de ello. Existen toda una serie de cuestiones primordiales que las parejas deben exponer: “¿cuál es tu proyecto de vida?”; “el mío es…”; “a qué estamos dispuestos a renunciar…”; “a qué no estamos dispuestos…”, etc. En toda relación las rutinas personales cambian y se adaptan a las rutinas de la pareja, provocando diferencias con las actividades anteriores y generando otras nuevas; esta es la realidad de la convivencia.
Otra realidad es la dificultad para compaginar una vida laboral con una vida familiar. Cada vez las parejas deciden tener hijos más tarde a la espera de mejorar su situación económica u organizar su elevado ritmo laboral y social. Aunque no resulte sencillo, en ocasiones es necesario renunciar a algo (horas de trabajo, eventos, cargos, etc.) no es posible abarcar todas las responsabilidades con el mismo nivel de exigencia.
…Ya lo dice el dicho: “quien mucho abarca, poco aprieta”.
¿Es cierto que una mujer más mayor puede asustar a algunos hombres?
Sí, de hecho este es un problema que nos encontramos en el ámbito psicoterapéutico.
Aún existen prejuicios sociales sobre la diferencia de edad en las relaciones de pareja cuando ellas son las mayores. El papel de “mujer independiente y autónoma” espanta a aquellos varones que creen en el rol de “hombre como único protector”. Esta realidad hace peligrar su posición y termina generando una elevada ansiedad que les conduce hasta nuestra consulta. Trabajar estos miedos así como la comunicación en la pareja (a todos los niveles) son algunos de los elementos que entran en juego cuando surgen problemas de este tipo.
¿Qué es importante en las relaciones de pareja?
Tal y como hemos anunciado, no es importante la edad sino el momento de vida de cada uno y el proyecto presente y futuro. Por ello, siempre recomendamos reflexionar sobre:
- ¿Qué necesito de una pareja?
- ¿Qué me puede ofrecer el otro?
- ¿Qué no puede ofrecer?
- ¿Qué puedo yo ofrecer y qué no?
El “no puedo o no me puede ofrecer” siempre aparece. Uno tiene que ser sincero y enamorarse de la persona, no de la persona que espere que sea. En una relación de pareja todos evolucionamos, pero existirán aspectos que no cambien.
Por todo ello recomendamos ser sinceros, aprender a renunciar, conocer con quién estamos, y tener presente que, en la construcción de proyectos, no se tratará únicamente de disfrutar del nuestro, sino también de aprender a disfrutar del proyecto del otro.
Muchas gracias Marilén.
Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.