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Pareja y gestión económica del hogar

En la siguiente entrevista, Marilén Barceló, Doctora. en Psicología colaboradora del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, responde a las principales cuestiones relacionadas con la gestión económica y la vida en pareja.

Recientemente, un interesante artículo publicado en la revista Money hablaba sobre distintos problemas relacionados con la gestión económica que pueden aparecer en la convivencia de pareja.

Cuestiones como “¿qué sucede cuando la pareja no siente que funciona como un equipo?”, “¿cómo se gestionan las distintas actitudes entorno a la economía familiar?” o “¿qué problemas aparecen cuando no se comunican movimientos, gastos, posibles planes, etc.?”, son algunos de los principales puntos comentados.

Por lo que respecta a la gestión económica y la vida en pareja, ¿qué tipo de problemas pueden aparecer?

La convivencia despierta la necesidad de organizarse y adaptarse al otro para poder vivir como una pareja y no únicamente como dos seres individuales.  Para funcionar, previamente, hay que ponerse de acuerdo en muchos aspectos, entre ellos, la gestión de la economía del hogar.

Problemas relacionados con quién se ocupa de las cuentas, qué gastos se quieren asumir y cuáles no, con qué objetivo se desea ahorrar, cómo se pagan los facturas, cómo colabora cada uno en el hogar, etc., son algunos de los aspectos que, en algunas parejas, pueden despertar problemas si no funcionan como un equipo.

¿Qué sucede cuando la pareja no siente que es un equipo?

Cuando la pareja no siente que es un equipo, evidentemente, no puede funcionar como tal.

Si no existe una co-participación en las decisiones, difícilmente la pareja pueda sentir que va a una.  La co-participación precisa de un diálogo en el que se expongan necesidades y deseos, de lo contrario, las preocupaciones posiblemente se conviertan en algo más que un dolor de cabeza y los planes de futuro pasen a ser sueños frustrados.

Dicho esto, ¿qué es necesario para que los miembros de la pareja sientan que son un equipo?

Una palabra: comunicarse.

Una comunicación rica en “me preocupa que gastemos demasiado”, “me gustaría poder ahorrar para hacer ese viaje”, “si compramos esto, no podremos acceder a aquello”, “me encantaría poder ir a…”, “ha llegado una factura que no estaba prevista”, o, “¿cuánto dinero nos queda para llegar a fin de mes?”, pone las cartas sobre la mesa, muestra una actitud activa por parte de ambos y facilita la gestión de la economía familiar.

¿Qué pautas pueden ayudar a promover esta comunicación?

Tal y como hemos mostrado en post anteriores, utilizar una comunicación efectiva  en la que se expongan de forma clara nuestras preocupaciones y deseos, exista una escucha activa por parte de ambos,  uno y otro comprendan y empaticen con las inquietudes ajenas, y, en definitiva, los temas tratados sean cosa de dos y no un fenómeno individual.

Por otro lado, es importante que exista un compromiso en el que cada parte exprese en qué se implica.  Este compromiso ayuda a que no existan malos entendidos (“siento que no me incluyes”, “esperaba que tú te ocuparas de esto”, etc.) y hace que la organización sea más fácil.

¿Qué sucede cuando existen desacuerdos en cuanto a la gestión económica y la organización del dinero?

Si existen desacuerdos a la hora de decidir “en qué gastamos el dinero”, aparece un recurso que protagoniza la mayoría de las terapias de pareja: la negociación.

En todo compromiso también existe una parte de “renuncia”. Cuando nos comprometemos, ganamos algo, obtenemos un beneficio, pero bien es cierto que también existe un coste, y ambas partes tienen que conocerlo.  Parte de esta renuncia se hace explícita a la hora de hacer números y mirar las cuentas (el famoso “todo no puede ser”).

La negociación sobre “qué puede ser” y “qué no es tan factible”, pone de manifiesto el deseo individual de cada uno y facilita que éste se comparta de forma natural con la pareja.

En ocasiones pueden aparecer problemas referentes a quién gana más o quién trae el dinero a casa; ¿Cómo puede gestionarse la “desigualdad” de ocupaciones?

Todos los papeles en el hogar tienen que ser valorados, todos tienen una función que complementa a la pareja.  Si esto no ocurre, la filosofía de equipo se rompe, y es entonces cuando una de las dos partes deja de tomar decisiones y expresar sus deseos libremente.

Así pues, la “desigualdad” se equilibra cuando cada función tiene el valor que se merece dentro del sistema familiar.  La función queda preservada si detrás existe un ejercicio de comprensión y reconocimiento; para entender qué esfuerzo hace el otro/a debo conocer cómo él/ella vive ese papel.

Buscar un espacio donde plantear estas cuestiones y hablar de algo más que “tú te encargas de esto y yo de lo otro”, nos acerca al otro.

¿Cómo puede plantearse este espacio?

El espacio puede plantearse desde el deseo de permitirnos explicar cómo nos sentimos con el papel que ejercemos, qué carga supone, qué aspectos del mismo nos hacen sentir bien, qué deseamos que el otro sepa sobre el mismo, etc.  En definitiva, se trata de hablar sobre aquello que queremos hacer explícito y nunca encontramos la oportunidad.

No se trata únicamente de gastos, sino de personas que viven dichos gastos.  Cómo es esta vivencia importa en la vida de pareja.

Muchas gracias Marilén

Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.

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Más información sobre el artículo citado en:

http://www.time.com/

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