En la siguiente entrevista, Marilén Barceló, Dra. En Psicología, nos plantea una reflexión sobre las relaciones de pareja y las diferencias entre las escalas de valores individuales.
¿Qué ocurre cuando nuestra escala de valores es distinta a la de nuestra pareja?
¿Qué sucede cuando una prioridad individual entra en conflicto con la escala de valores del otro?
¿Es lo mismo ser polos opuestos que tener sistemas de creencias opuestas?
Dicen que los polos opuestos se atraen. ¿Esto proporciona un equilibrio a la pareja?
Para empezar debemos diferenciar entre “polos opuestos” y “asintonía” de valores. Es cierto que muchas veces los polos opuestos se atraen. Por ejemplo, una persona organizada y programada con un perfil profesional empresarial puede sentirse atraída por una persona bohemia y espontánea con un perfil profesional artístico. Tener “estilos” distintos no tiene porqué ser un problema, al contrario, muchas veces completa a la pareja.
Ahora bien, es distinto cuando hablamos de escala de valores. La prioridad de convicciones dentro de dicha escala responde a cómo uno ordena su sistema de pensamientos y creencias, un sistema que ha formado lo largo de su vida. Cuando el orden de prioridades es opuesto, resulta incompatible construir un proyecto de vida conjunto.
Muchas veces, aún existir una sintonía en la escala de valores, pueden aparecer diferencias. ¿Qué puede hacer la pareja en estos casos?
Las discrepancias existen. De hecho, de no ser así, quizás se esconda un problema de expresión y/o detección de las propias necesidades. En cualquier caso, poner de manifiesto pensamientos y sentimientos cuando aparecen conflictos internos al vulnerarse los propios valores, es un punto imprescindible.
En ocasiones, esta puesta en común mostrará la incompatibilidad que anteriormente anunciábamos (principalmente cuando los valores que peligran son una prioridad para el individuo). En otras, será posible discutir puntos intermedios o ceder en X aspectos.
Así pues, no hablar nunca es la solución. Exponer las propias necesidades y puntos de vista sin esperar convencer al otro a toda costa es la posición más constructiva.
¿Cómo se hace este trabajo en psicoterapia?
En psicoterapia intentamos trasladar modos de reflexión que, posteriormente, las parejas pueden aplicar en casa para corregir esas diferencias. Para ello, realizamos ejercicios que despiertan un nuevo diálogo hasta entonces poco frecuente o inexistente.
Las listas de prioridades y las búsquedas de significados a partir de cuestiones que engloben conceptos (Ej.: educación hijos) son frecuentes en sesión. En este caso, si hablamos de la educación de los niños y la prioridad para un padre es inscribirlos en una escuela religiosa y para el otro en una escuela laica, como terapeutas, preguntaríamos los porqués de cada opción e iríamos un paso más allá:
” ¿Qué crees que es importante en la educación de tus hijos?”; “¿Por qué?”.
“¿Cuáles son los puntos imprescindibles que debe contemplar la educación de un niño?”
El debate buscaría una reflexión que dejara a un lado los tipos de escuela y, en cambio, promoviera un discurso lleno de valores y significados. Para facilitar la tarea, pediríamos toda esta información primero por escrito.
¿Cuál es el siguiente paso?
Pactar la escala de grises. Si los valores más intrínsecos quedan preservados (quizás, siguiendo con el ejemplo anterior, los dos padres buscan fomentar el mismo valor pero la forma no es la misma), las opciones distintas al blanco y negro serán posibles. La negociación a partir de empatizar con el discurso del otro y flexibilizar la opinión individual será uno de los objetivos.
¿Qué puede dificultar el empatizar con el otro?
El miedo a ceder. La imposición aparece en aquellos casos en los que uno siente que aceptar otra opción vulnera a su persona.
Esto me recuerda las múltiples discusiones políticas donde cada parte se centra en aquello que le separa del otro en lugar de aquello que le une. En la vida debemos conocer qué nos acerca y trabajar para fomentarlo. Si llevamos este paralelismo a las relaciones amorosas, pensar qué nos une y convierte en compañeros de vida da un significado a la relación y facilita la comprensión y expresión mutua.
Para terminar, ¿podrías citarnos algunos de los principales temas que las parejas discrepan?
En psicoterapia, los principales temas que crean discrepancia son la educación, la religión, la política y la familia. Hay temas que, por algún motivo, algunas parejas no hablan y desconocen la visión del otro. Por ello, llegado el momento (por ejemplo, cuando nace un hijo), aparece un intenso malestar e incapacidad por abordarlo.
Nuevamente, señalamos la búsqueda del significado real que existe detrás de una propuesta u opinión como punto principal.
¿Te gustaría transmitir algún mensaje a nuestros lectores?
Sí, desearía hacer un último paralelismo que resume el mensaje de esta entrevista. Muchas veces hablamos de la vida como un juego, lo mismo podemos hacer con la vida amorosa:
En ocasiones, las reglas del juego son totalmente distintas, entonces resulta imposible jugar…
..Muchas otras, quizás, únicamente se trate de cambiar el vestuario.
Muchas gracias Marilén.
Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.