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La desintoxicación y la deshabituación al consumo de tóxicos

En la siguiente entrevista, Marina Comín, psicóloga colaboradora del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos habla sobre el proceso de desintoxicación al consumo de tóxicos.

“El tratamiento psicológico en las adicciones puede realizarse a nivel individual y/o grupal.  De una manera u otra, el trabajo principal es identificar las situaciones que llevan a la persona a consumir y, posteriormente, aprender a evitarlas”.

“La terapia pretende conseguir el objetivo de no consumo a través del aumento de la confianza, la mejora de las habilidades sociales y el manejo de la ansiedad”. 

 

¿Qué entendemos por dependencia al consumo de tóxicos? ¿Por qué aparece?

Para poder hablar sobre dependencia al consumo de tóxicos, previamente debemos definir qué entendemos por sustancia.

Una sustancia es toda sustancia que, introducida en un organismo vivo, modifica su comportamiento y según el uso, puede crear dependencia.  Según el efecto que producen las sustancias en el Sistema Nervioso Central, lugar donde actúan, éstas se pueden clasificar en tres grandes grupos: depresoras (alcohol, opiáceos, sedantes), estimulantes (cocaína, nicotina) y alteradoras de la percepción (cannabis, sustancias de diseño).

Dicho esto, podemos definir el concepto de dependencia en este contexto como la necesidad que tiene la persona adicta a consumir la sustancia de elección.  Distinguimos dos tipos de dependencia; por una lado encontramos la dependencia física, es decir, la necesidad de administrarse la sustancia en cuestión para que la normalidad orgánica se re-establezca, y por otro lado, la dependencia psicológica, dependencia que responde al deseo y necesidad de consumir a la espera de conseguir los efectos deseados.

Dependencia física

Respecto a la dependencia física,  una vez cesa el consumo, al cabo de poco tiempo (desde varios días hasta 1 mes dependiendo de la sustancia consumida), la normalidad orgánica reaparece.  Podemos decir que el cuerpo queda limpio y no necesita el tóxico para funcionar normalmente.

Respecto a la dependencia psicológica, cuesta más trabajo controlarla.  El paciente tiene asociado el consumo a numerosas actividades y situaciones, y éste debe aprender a desarrollarlas sin el tóxico.  La persona teme el síndrome de abstinencia, conjunto de síntomas físicos y psíquicos que aparecen tras el cese o reducción del consumo de la sustancia; el miedo a padecer el malestar físico que le ocasionará la abstinencia, hace que posponga a menudo la decisión de dejar de consumir.

Tolerancia

Otro concepto importante para entender porqué se genera la dependencia es el de la tolerancia.  La tolerancia es la acción de resistir el efecto de una sustancia a causa de la adaptación del organismo a la administración continuada de la misma.  Existen dos manifestaciones de la tolerancia; ésta puede manifestarse cuando, para obtener el mismo efecto, la persona toma cada vez más dosis, o al evidenciar la disminución del efecto que esa sustancia produce cuando la persona consume la misma cantidad que antes.

Además, de dependencia, también es importante describir el concepto de abuso.  Suele haber confusión respecto a este término. A menudo se entiende y explica valorando la frecuencia o la cantidad de sustancia consumida y ese no es el sentido acertado.  Existe abuso a un tóxico, cuando existe consumo sin valorar los daños que éste puede ocasionar, superando la finalidad lúdica y también sin considerar si el momento es o no oportuno.

 

¿Cómo se diagnostican el abuso y la dependencia?

 El manual del DSM-IV considera que hay abuso si se cumple alguno de los siguientes cuatro criterios repetidamente durante un año: consumo recurrente con incumplimiento de obligaciones (ej. no ir a trabajar), consumo en situaciones en las que hacerlo es peligroso (ej. conducir), aparición de problemas legales debido al consumo (ej. detenciones, multas), y consumo a pesar de tener problemas sociales/interpersonales (ej. peleas).

Dependencia

Por otro lado, el mismo manual nos indica que existe dependencia cuando se cumplen como mínimo, durante un año, tres de los siguientes criterios: tolerancia, síndrome de abstinencia,  aumento de la cantidad o el tiempo de consumo, deseo infructuoso de controlar/reducir el consumo, dedicación de mucho tiempo al día a actividades relacionadas con el consumo, reducción o abandono de actividades habituales, y consumo a pesar tener conciencia de tener problemas por ello.

El diagnóstico de dependencia o abuso no excluye uno al otro. Es decir, uno puede tener dependencia y no tener abuso, puede tener abuso y no tener dependencia, y puede tener abuso y también dependencia a una sustancia.

Una vez diagnosticado el trastorno es necesario iniciar el proceso de desintoxicación física, si es preciso, y el proceso de deshabituación.

 

¿Qué entendemos por desintoxicación al consumo de tóxicosy deshabituación?

La desintoxicación es un proceso medicalizado por el que se puede cesar el consumo de una sustancia para la que se ha desarrollado dependencia, controlando todos los aspectos físicos implicados.  El objetivo principal es eliminar o mitigar la sintomatología de abstinencia que puede aparecer por la supresión del consumo.  Cuando un paciente acude a consulta, el terapeuta valora si es necesaria una desintoxicación al consumo de tóxicos física y si debe ser a nivel ambulatorio o mediante el ingreso en una unidad especializada.

Por deshabituación se entiende el proceso de tratamiento psicofarmacológico y sobretodo psicoterapéutico, por el que el paciente intenta cesar el consumo de la sustancia.  El objetivo de la deshabituación es que el adicto llegue a vivir sin consumo recuperando los aspectos perdidos o deteriorados, abandonando hábitos nocivos para él e incorporando nuevos hábitos saludables.  Así pues, la deshabituación al consumo de tóxicosconsta de la adquisición de habilidades personales y sociales que ayuden a la persona a vivir sin el consumo.

 

¿Qué dificultades pueden aparecer en estos procesos?

 Durante el proceso van apareciendo deseos compulsivos e irrefrenables de consumir y esto es conocido como “craving”.  Esas ganas de consumir van perdiendo intensidad y se van espaciando en el tiempo.  Es importante aprender a identificarlas y superar esos momentos de tensión con estrategias específicas.

Dejar el consumo de sustancias es posible.  Es frecuente que uno lo haya intentado por sí mismo y sin ninguna ayuda, pero ante el fracaso, es muy acertado decidirse a acudir a un profesional experto en el tema.  El terapeuta será el encargado de orientar y guiar a la persona en las tareas de deshabituación.

 

¿En qué consiste el tratamiento psicológico en estos casos?

 El tratamiento psicológico en las adicciones puede realizarse a nivel individual y/o grupal.  De una manera u otra, el trabajo principal es identificar las situaciones que llevan a la persona a consumir y, posteriormente, aprender a evitarlas.

En primer lugar, el reconocimiento del problema por parte de la persona es muy importante.  Actualmente, en el campo de las toxicomanías, tienen especial relevancia las intervenciones terapéuticas motivacionales.  El objetivo de estas es aumentar la motivación para que el individuo que tiene el problema se anime a solucionarlo.  Si esta persona ya ha tomado la decisión y ha conseguido cesar el consumo, con este tipo de técnicas, se trabaja el aumento de la autoconfianza para alcanzar el objetivo de no volver a consumir.

Cambio de hábitos

La deshabituación, el cambio de hábitos, será tarea conjunta entre paciente y terapeuta. Para algunos tóxicos como el alcohol, son eficaces los interdictores (los interdictores son un grupo de sustancias destinadas a crear una intolerancia frente al alcohol); estos servirán de protección psicológica ante el consumo.  También los sustitutivos como la metadona, en el caso de los dependientes a opiáceos, resultarán de ayuda para estabilizar a la persona física y socialmente, y así poder trabajar los aspectos psicológicos.

En resumen, la terapia pretende conseguir el objetivo de no consumo a través del aumento de la confianza, la mejora de las habilidades sociales (saber decir no, comunicación asertiva) y el manejo de la ansiedad.  Así pues, se trata básicamente de re-aprender a vivir afrontando todas las situaciones buenas y malas que la vida nos depara sin el consumo de tóxicos.

Muchas gracias Marina.

Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.

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