Caracterizados por la alerta sin una base elaborada, los pensamientos intrusivos conducen a la persona a una situación de indefensión e incluso anulación fruto del agotamiento y elevado malestar que genera su repetición, alejándola del plan de acción e instalándola únicamente en el bombardeo de mensajes, muchas veces, autoinculpatorios.
Esta semana, el equipo del INSTITUT PSICOLÒGIC I PSIQUIÀTRIC MENSALUS, nos habla sobre aquellos pensamientos caracterizados por el intrusismo y la repetición que restan funcionalidad al individuo
¿Qué son los pensamientos intrusivos?
Los pensamientos intrusivos son aquellas construcciones mentales que, de manera repetida, envían mensajes vacíos de contenido útil y repletos de alertas. Este tipo de mensajes no facilitan la visualización de opciones, el planteamiento de alternativas y la persecución de soluciones, únicamente se instalan en una persistente reproducción poco efectiva de palabras que inmovilizan y anulan al individuo.
¿Qué produce estos pensamientos?
Los pensamientos intrusivos se caracterizan por ser una fuente principalmente de autoculpa. La elevada exigencia combinada con la rigidez y la ausencia de permisividad, convierten mensajes que en un principio señalan, realzan o advierten, en construcciones mentales que autoculpan, lanzan toda la responsabilidad sobre uno mismo, tachan y pisotean, dejando a la persona en una clara situación de desventaja.
Hablamos de una situación de desventaja dado que, desde esta posición, la persona difícilmente puede planear un cambio, pequeños movimientos funcionales o, simplemente, seguir con su vida diaria dejando a un lado el pensamiento (por ejemplo, ejerciendo su rol laboral).
Por todo ello, los pensamientos intrusivos incapacitan a la persona y se convierten en una fuente de ansiedad e inseguridad. Cualquier idea, cualquier paso, cualquier decisión, propicia un pozo de dudas y malestar.
¿Necesitas una terapia para superarlos?
Cuando los pensamientos intrusivos:
- Su presencia es altamente notoria.
- Llegan para quedarse.
- Su aparición es automática.
- Encadenan otro tipo de pensamientos intrusivos.
- Empiezan en un contexto y contaminan otros (por ejemplo, empiezan en el contexto laboral y posteriormente señalan aspectos del rol pareja o el rol padre/madre).
- No señalan o advierten en un momento dado, impiden funcionar
…estamos ante una situación que precisa ser consultada con un profesional. Si no atendemos a este tipo de pensamientos desde la Psicoterapia y únicamente lo hacemos desde la autoreflexión, peligra su posterior multiplicación y, tal y como advertíamos, la contaminación a otros niveles, llegando a generar un elevado sentimiento de INCAPACIDAD.
En estos casos, la Psicoterapia tiene como objetivo detectar cuándo aparecen este tipo de pensamientos (para así aumentar la conciencia y evitar el automatismo), cuál es exactamente su contenido (muchas veces la persona detecta el “gran titular” pero desconoce el detalle de la “letra pequeña”), con qué aspectos de su vida/experiencia se relacionan (el origen), qué rasgos de personalidad los alimentan, qué capacidades se ven mermadas, etc.
Al mismo tiempo, la Psicoterapia va dirigida a facilitar la generación de pensamientos permisivos que atiendan a la totalidad de la realidad (en lugar de fijarse únicamente en “lo que no”) sin dejar todo el peso de la responsabilidad en manos del individuo y ayudándole así a crear nuevos sentimientos movilizadores.
Psicoterapia y pensamientos intrusivos
Para ello, el trabajo de detección de excepciones es una gran herramienta terapéutica. Preguntas del tipo:
- Nos hablas de “siempre”. ¿Podrías pensar si, en las últimas dos semanas, como mínimo ha existido una situación donde no te hayas sentido así?
- ¿Puedes decirnos una ocasión en la que “X” lo hicieras bien? ¿Te sentiste satisfecho/a?
- Nos explicas que nunca estás seguro/a. ¿Podrías pensar en una situación reciente en la que, como mínimo, actuases sin plantearte la duda?
El trabajo de excepciones ayuda a la persona a ser consciente de cuándo actúa sin estar atenta o condicionada por los pensamientos intrusivos, así como enmarcar dicha actuación en un contexto y comprender qué sí funciona y cómo. Estar en contacto con la CAPACIDAD es el motor para combatir al pensamiento destructivo y disfuncional.