En la siguiente entrevista, Pedro Juan Clavero, psicólogo colaborador en INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos habla sobre cómo viven los niños el proceso de duelo infantil y qué tipo de pautas pueden resultar de ayuda.
“Si el duelo de pérdidas importantes del pasado no ha sido elaborado, emociones antiguas pueden aparecer en cada nueva futura pérdida” (Bolwy, 1980. Osterwies et al. 1984).
“Es importante que los adultos faciliten la expresión de emociones y hablen sobre el difunto con naturalidad”.
“Que el niño exprese su dolor con el cuerpo y con su comportamiento, más que con palabras, es normal”.
Las respuestas que manifieste el niño durante el proceso de duelo, ¿de qué dependerán?
Primero de todo señalar que, aquello que los niños entienden por muerte, está determinado por la edad, el grado de desarrollo y las experiencias vividas.
Las respuestas del niño durante el proceso de duelo dependerán de la manera en que su familia y la sociedad presenten la muerte, así como de la edad y el desarrollo afectivo del pequeño. La forma en que el niño hará el duelo está muy influenciada por cómo lo hacen los adultos de su entorno afectivo cercano, ellos son su modelo.
¿Qué tipo de reacciones son normales en el duelo infantil?
Por ejemplo, creer que la persona que ha fallecido volverá, estar triste intermitentemente (el niño es capaz de reír y jugar), buscar a la persona perdida y sentirla presente, experimentar sentimiento de culpa, sentir malestar corporal, no tener control sobre los esfínteres (enuresis, ecopresis; recientemente Pilar Solé, psicóloga infantil, habló sobre la enuresis nocturna en una entrevista), manifestar alteraciones en el sueño y a la hora de comer, etc.
¿En qué casos resulta especialmente difícil el duelo?
Existen toda una serie de factores de riesgo (Ordoñex y Lacasta, 2007) que pueden dificultar el proceso de duelo.
Por ejemplo, que el ambiente sea inestable, es decir, que se alterne la figura responsable de los cuidados del niño.
En caso de tratarse de la muerte de un progenitor, la forma de reaccionar del progenitor superviviente será crucial: si esta reacción no es adecuada, dificultará especialmente el duelo; tal y como enunciábamos, los progenitores son el modelo. Por otro lado, que la muerte haya sido un suicidio u homicidio es un factor que especialmente marcará el transcurso del proceso.
Para finalizar, la existencia de segundos matrimonios y una relación negativa con la nueva figura, así como la falta de consistencia en la disciplina, son dos elementos que también tendrán un peso importante.
¿Qué tipo de mensajes es importante transmitir al niño en un duelo?
Es importante asegurarse que el niño sabe que la persona muerta no tenía elección, dado que la muerte no se puede elegir. Por otro lado, asegurar al propio niño que, ni él, ni el otro progenitor, ni ningún otro hermano está en proceso de morir. Por último, recordar al pequeño que no está solo ni será abandonado, y que continúa siendo una persona muy importante y querida por la familia.
¿Qué mensaje transmitirías a los adultos sobre el duelo infantil?
De un modo práctico podríamos resaltar los siguientes puntos:
– Que el niño exprese su dolor con el cuerpo (regresiones) y con su comportamiento, más que con palabras, es normal.
– Una parte del duelo la terminará haciendo cuando sea adulto.
– Es importante que los adultos faciliten la expresión de emociones, hablen sobre el difunto con naturalidad, y ofrezcan al niño la oportunidad de ir al funeral, cementerio, etc. si lo desea (no imponer), explicándole previamente todo aquello que se encontrará en dicho contexto.
Muchas gracias Pere.
Entrevista realizada por Mª Teresa Mata
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