En la siguiente entrevista, Ana Noguera, psiquiatra infantil colaboradora del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos habla sobre los efectos beneficiosos que tiene la medicación en los casos de TDAH infantil.
“Muchos padres temen que su hijo/hija tome medicación por miedo a los efectos secundarios. El psiquiatra infantil no medica por norma, únicamente lo hace en aquellos casos concretos en los que el beneficio es claro”.
“La medicación para el TDAH es una medicación segura que garantiza toda una serie de mejorías en la vida diaria del niño y de aquellos que le rodean. Justamente, el hecho de no medicar puede suponer un peligro, puesto que aumenta el sufrimiento del pequeño y las consecuencias que ello conlleva”.
“En la mayoría de los casos, los medicamentos para el TDAH harán sentir al niño más tranquilo y con mayor capacidad para concentrarse y prestar atención”.
¿Qué consecuencias pueden aparecer si no se administra la medicación necesaria en un caso de TDAH infantil?
Muchos padres temen que su hijo/hija tome medicación por miedo a los efectos secundarios. Justamente, el hecho de no medicar puede suponer un peligro. Puesto que aumenta el sufrimiento del pequeño y las consecuencias que ello conlleva.
El TDAH no tratado, no únicamente afecta al propio paciente, también genera problemas a nivel del sistema familiar y social, desde peleas entre hermanos o compañeros de clase, hasta discusiones de pareja, ausencias en el trabajo o estados anímicos depresivos por parte de los padres.
Así pues ¿Cómo ayuda la medicación en el TDAH infantil?
El hecho de aumentar la concentración influye directamente en una mayor adquisición de conocimientos y una mejoría en el rendimiento escolar.
La reducción de la impulsividad disminuye los castigos impuestos por los padres y tutores y facilita el manejo del niño. De este modo, mejoran las relaciones en casa y en la escuela, dado que se facilita la adquisición de pautas conductuales que favorecen su comportamiento. Todo ello es posible al disminuir el nivel de actividad (el niño puede permanecer más tiempo sentado), incrementar la capacidad atencional (el niño escucha durante más tiempo), y reducir la reactividad emocional (el niño disminuye la agresividad y mejora la resolución de problemas).
Además, con todo ello, resulta más productivo el tratamiento psicológico paralelo al conseguir que el pequeño siga las pautas y consignas indicadas por el profesional.
¿Qué no puede hacer la medicación?
La medicación no puede enseñar un buen comportamiento o crear ciertas habilidades como son las estrategias de estudio, la capacidad por atender a aquello más relevante, o las habilidades sociales.
¿Qué efectos secundarios puede comportar la medicación para el TDAH?
Los efectos secundarios son muy leves y se centran en la pérdida de apetito y la dificultad para conciliar el sueño. Con las pautas adecuadas es fácil sobrellevar dichos efectos.
Por ejemplo, recomendamos a los padres reforzar la merienda y la cena dado que el almuerzo es la comida en la que el niño tiene menos hambre debido a que coincide con el momento de máximo efecto de la medicación. Por otro lado, respetar la hora de administración de la misma es un factor importante que está íntimamente ligado a la conciliación del sueño.
Para finalizar, ya que hemos hecho referencia a la alimentación, administrar alimentos ricos en Omega 3 (como el pescado azul o las nueces) combinados con cápsulas de este ácido graso esencial, puede convertirse en un elemento extra que refuerce la concentración del pequeño.
¿Qué recomendarías a todos aquellos padres que están leyendo esta entrevista y temen que su hijo tome medicación?
Les transmitiría la importancia de medicar en aquellos casos en los que esté indicado, puesto que los efectos de no medicar pueden ser muy perjudiciales para el niño y afectar a sus relaciones familiares, sociales, así como la adquisición de conductas y conocimientos (hecho que afecta directamente a su rendimiento escolar).
Por lo general, los efectos secundarios no son peligrosos, desaparecen tras el primer mes de tratamiento. Aún así, es fundamental informar al médico especialmente si causan malestar o interfieren con las actividades cotidianas del niño.
Por otro lado, los tratamientos para TDAH son a largo plazo pero no para toda la vida. Los síntomas del TDAH disminuyen con el tiempo por lo que hay personas que “compensan” el TDAH o aprenden a controlar sus síntomas conductuales. Incluso, en ocasiones, se puede considerar que los niños dejen de tomar los medicamentos durante un tiempo o reducir la dosis en épocas en las que tienen menos exigencias (vacaciones).
Muchas gracias Ana.
Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.
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