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Las habilidades relacionales básicas en la adolescencia

adolescentesEn la siguiente entrevista, Alejandra Escura, psicóloga colaboradora del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos introduce el trabajo para adolescentes dirigido a aumentar las habilidades sociales básicas y nos resalta la importancia de hacerlo antes de adentrarse en la etapa adulta.

La adolescencia es una etapa en la que el tú a tú con los iguales pasa a ocupar un lugar protagonista.  Para aquellos chicos que a lo largo de su vida han sentido dificultades relacionales con otros niños, llegado este momento, resulta especialmente difícil desarrollar una red de amigos y compañeros.

El trabajo en psicoterapia dirigido a identificar el propio estilo comunicativo y entrenar las habilidades relacionales básicas es un gran entrenamiento que tiene como objetivo recuperar el bienestar del “yo social” y prevenir problemas en la etapa adulta.

 

¿Cuáles son los principales motivos que existen detrás de las dificultades en habilidades sociales de un adolescente?

Los motivos pueden ser muchos.  Por ello, en una primera fase exploraremos la clínica del paciente, los rasgos de personalidad y la historia de vida.  Muchos de los chicos que llegan a nuestro centro con un motivo de consulta relacionado con problemas sociales han sufrido abusos en la escuela, dificultades entorno a la aceptación de su orientación o identidad sexual, dificultades de aprendizaje o, simplemente, presentan rasgos de personalidad propios de un perfil tímido e inhibido.

 

¿Qué dificultades a nivel comunicativo presentan estos chicos?

Entre las principales dificultades destacan la incapacidad por mantener la mirada en una conversación, los tonos de voz bajos e inexpresivos, las posiciones corporales poco comunicativas tales como mantener las manos recogidas o la cabeza baja, la presencia de tensión y ansiedad al salir a la calle e ,incluso, en algunos casos, incapacidad por salir de casa.

También es habitual que el adolescente devalúe su imagen tanto a nivel físico (“no me veo bien cuando me miro en el espejo”) como a nivel psicológico (“no tengo nada que ofrecer”, “no soy interesante”).

 

¿Cómo más afecta esta devaluación de la autoimagen?

El joven con importantes dificultades sociales no se siente realizado en uno de los ámbitos protagonistas de su etapa vital y, con ello, cae en picado su autoestima.  La baja autoestima provoca que se infravalore, algo que después queda evidenciado en momentos como la elección de unos estudios o de una carrera profesional.  Tomar decisiones se convierte en un reto imposible ya que no cree en su potencial y tiene miedo a fracasar.

 

¿Cómo se trabaja a nivel psicoterapéutico con estos chicos que carecen de habilidades relacionales?

El primer punto importante es que el joven reconozca cuál es su estilo comunicativo y qué lo caracteriza.  Resulta asombroso cuando, tras trabajar unas sesiones, los adolescentes manifiestan  no ser conscientes de aspectos como no mirar a los ojos, mantener la cabeza baja o bajar constantemente el tono de voz  (“no me había fijado que bajo la cabeza y hablo tan flojo”).

Por otro lado, el segundo punto importante es que la persona sepa el nivel de aislamiento en el que vive.  Para que se produzcan cambios  tiene que conocer el punto en el que se encuentra.

 

¿Cómo el joven puede realizar un reconocimiento de su estilo comunicativo?

Para aumentar el autoconocimiento sobre el propio estilo comunicativo resulta de gran ayuda realizar role-playings en los que se reproduzcan conversaciones.  En ellos se trabajan los tres estilos principales (pasivo, asertivo y agresivo) y se detectan elementos que indiquen dónde se posiciona el paciente.  Así mismo, se ofrecen técnicas para integrar elementos propios de la comunicación asertiva, empezando por los elementos básicos como los mencionados anteriormente (mirada, tono, posición).

Habitualmente el terapeuta realiza un entrenamiento en sesión y propone al joven pequeños retos para llevar a cabo a lo largo de la semana (“esta semana centrarás toda tu atención en mantener la mirada en las conversaciones que tengas con los compañeros de clase” o “cuando hables con un compañero, recuerda los tres puntos principales que hemos señalado sobre cómo mantener un tono ameno y dinámico”).

 

¿Qué otros ejercicios pueden resultar de ayuda para mejorar las habilidades relacionales?

Los registros de pensamientos y sensaciones son otro ejercicio.  Ser consciente de qué recibe uno mismo cuando desarrolla la habilidad social comunicativa proporciona un mensaje de vital importancia para el bienestar y la seguridad (“me he sentido escuchado”).  La suma de todos estos mensajes será la que permitirá realizar nuevos pasos y reconstruir la base de autoestima.  Somos seres relacionales y necesitamos de nuestro “yo social” para sentirnos bien.

Así mismo, las técnicas de relajación son importantes para ayudar al joven a disminuir la ansiedad de base.  La tensión es uno de los elementos que le aísla y le hace sentir inseguro.  Si le ayudamos a controlar el nerviosismo podrá presentarse al mundo de otro modo.  Pensemos que muchos de estos chicos llevan muchos años sintiéndose excluidos del grupo clase.

Finalmente, para aquellas personas que presentan mayor dificultad e incluso temen salir a la calle, el terapeuta las acompaña con exposiciones progresivas (en la calle).  Los padres también pueden realizar una gran función animando al chico a realizar pequeños encargos.  “Pídele al camarero que nos traiga la cuenta”, “pregunta en el mostrador” o “necesito tomates, ¿puedes bajar tú a comprarlos?”, son tareas que se pactan con el terapeuta en función del momento de la terapia.

 

¿Qué les dirías a todos aquellos padres que están leyendo esta entrevista y se sienten identificados?

En primer lugar, les animaría a realizar una consulta y comprobar qué dificultades presenta su hijo (niño o adolescente).

En segundo lugar, les recordaría la importancia de animar y acompañar a su hijo en todo momento.  La persona que no tiene habilidades sociales se siente terriblemente insegura y es su círculo más cercano quien le puede ofrecer esta seguridad de base mostrando comprensión y apoyo, al mismo tiempo que le animan positivamente a trabajar y lograr un cambio.

En tercer lugar resaltaría un mensaje: todas las habilidades sociales que ahora consiga el niño/adolescente tendrán un impacto directo en el desarrollo de su rol adulto.  El entrenamiento actual facilitará su integración en la sociedad.

 

Muchas gracias Alejandra.

Entrevista realizara por Mª Teresa Mata.

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