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Preguntas frecuentes sobre sexualidad

Las problemáticas relacionadas con las relaciones sexuales despiertan gran preocupación entre la población y, en muchas ocasiones, se demora su tratamiento por miedo abordarlas. Preguntas frecuentes como: ¿por qué se produce la eyaculación precoz? o ¿A qué puede deberse la falta de libido?. Son dos ejemplos de motivo de consulta frecuentes en Psicoterapia.

Esta semana, desde INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, respondemos a algunas de las preguntas frecuentes tratadas en nuestro blog referentes a las relaciones sexuales.

Alcohol y relaciones sexuales

Existen toda una serie de dificultades que pueden aparecer en las relaciones sexuales cuando van acompañadas de un importante consumo de alcohol.

Concretamente, un consumo leve, correspondiente a una concentración de alcohol de 0,025, parece tener un efecto estimulante. Pero el incremento de esta concentración hasta un determinado punto, por encima de 0,05, produce una disminución lineal de la respuesta sexual.

El alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central (socialmente existe la falsa creencia de que se trata de un estimulante). Por ello, unas cuantas copas dificultan la respuesta sexual.  Aun así, el efecto desinhibidor que el alcohol produce se asocia a “un recurso” para adquirir confianza y facilitar la toma de contacto con la otra persona. Es por ello que existe la falsa creencia de “el alcohol mejora las relaciones sexuales”.

Dolor durante la penetración

Muchas mujeres pueden sentir molestias o dolor durante la penetración. Un motivo muy habitual es la sequedad vaginal asociada a estrés, ansiedad u otros factores.

Por otro lado, durante la menopausia, debido a la disminución de estrógenos, la vagina se hace más pequeña (por una reducción del diámetro superior) y el epitelio vaginal se seca. Este hecho puede producir una vaginitis (inflamación del epitelio vaginal) que puede ocasionar dolor durante el coito.

En estos casos, el uso de lubricantes facilita la penetración y reduce la irritación causada en los tejidos al friccionar.

No tengo líbido

Para aumentar la libido es importante conectar con sensaciones sexuales placenteras que ayuden a retroalimentar la motivación y las ganas de disfrutar de una vida sexual sana.  Recordar experiencias sexuales satisfactorias, fantasear (qué nos gustaría, qué desearíamos hacer, qué preámbulos nos gustaría tener en el encuentro sexual, cómo desearíamos recibir placer, qué nuevos escenarios sexuales podríamos probar, etc.). Así como buscar el apoyo de inductores externos del deseo (como por ejemplo películas o novelas con un elevado grado de erotismo), son algunos de los principales recursos para aumentar la libido.  Por otro lado, conectar con la sensación placentera por medio de la autoestimulación es un elemento básico para retroalimentar las “conexiones neuronales del placer”, hecho que aumentará el pensamiento sexual y, en consecuencia, el deseo.

Otros factores importantes para mejorar la libido pueden residir en el hecho de potenciar la intimidad de pareja buscando momentos privados y plantear el sexo como un juego en el que tengamos ganas de participar y divertirnos.

Eyaculación precoz

Una de las preguntas frecuentes sobre sexo y de las que hasta el momento no se conoce con exactitud el origen de esta disfunción masculina. Posiblemente, diversos factores pueden estar relacionados, diferenciando factores predisponentes, factores precipitantes, y factores mantenedores.

Entre los factores predisponentes encontramos los antecedentes familiares y el mal aprendizaje entre otros. En cuanto a los factores precipitantes destacan la baja frecuencia sexual, la pareja demandante, y la ansiedad de ejecución.  Y entre los factores mantenedores resaltan nuevamente la ansiedad de ejecución, la falta de habilidades psicosexuales y los conflictos de pareja, sin olvidar por supuesto todos aquellos aspectos biológicos que podrían encontrarse en todos los supuestos.

Disfunción eréctil

Concretamente, la “ansiedad de ejecución”, está estrechamente relacionada con la respuesta eréctil.  Esta ansiedad se origina debido al temor al fracaso (sensación de miedo a no responder de forma adecuada ante la pareja), la obligación de resultados (necesidad de una respuesta eréctil muy consistente, duradera y de recuperación rápida), el altruismo excesivo (estar más pendiente de la satisfacción de la pareja, perdiendo concentración en el erotismo propio), y la autoobservación (consistente en estar observando el pene para ver cómo responde).

Por ello, es importante facilitar al hombre el vivir las experiencias sexuales de un modo más tranquilo y relajado, sin presión.  Por ejemplo, en terapia sexual en ocasiones se utiliza el “prohibir el coito” en los primeros encuentros sexuales; de este modo evitamos que las exigencias del momento sean demasiado altas.

Relaciones sexuales completas

Existen muchos mitos en relación a la genitalización de las relaciones sexuales o a la creencia de si éstas únicamente son completas si se logra la penetración y el orgasmo.  Es cierto que los genitales son una  parte del cuerpo humano con mucha importancia en las relaciones sexuales, pero reducir la sexualidad a la genitalidad es limitar la experiencia,  sobre todo si consideramos que todo nuestro organismo es sexuado.  La piel es un órgano sexual, y como tal, debe tenerse en cuenta en nuestras relaciones íntimas. La penetración es sólo una práctica más dentro de las múltiples posibilidades que tenemos para satisfacernos. Pueden existir relaciones sexuales muy placenteras sin coito.

Concentración en el sexo

La concentración puede verse dificultada por todo aquello que mantiene la mente ocupada y la aleja del momento presente, del aquí y ahora del placer, como por ejemplo el estrés, las preocupaciones de cualquier tipo o los pensamientos negativos en general. Respecto a este último punto, resultan especialmente destructivos aquellos pensamientos relacionados con la propia imagen corporal o con cambios en la imagen de la pareja, así como pensamientos negativos sobre la propia habilidad o competencia sexual (pensar en no dar la talla en el encuentro erótico).  Además, puede dificultar abstraerse en el encuentro sexual el hecho de anticipar el final. Si sabemos cómo empezará y terminará la relación íntima fruto de la rutina, nuestra mente se dispersará y tendremos la cabeza en cualquier otra parte.

Si desea concertar una visita informativa para recibir tratamiento o asesoramiento sobre cualquiera de los temas expuestos, póngase en contacto con nosotros llamando al 932371916.

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