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Implicación para el cambio en la terapia psicológica

“El éxito de la terapia dependerá en gran parte de la implicación por parte de la persona en el proceso”.

“La terapia no es un camino fácil, y para superar ciertos aspectos, a veces, es necesario pasar por momentos dolorosos. Ello despierta miedos e inseguridades en el individuo, y provoca temor a sufrir”.

En la siguiente entrevista, Laia Belles, psicóloga colaboradora en el INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos habla sobre la importancia de la implicación en la terapia.

¿Por qué es importante la implicación por parte de la persona que acude a terapia?

Algunas personas acuden a terapia con la expectativa mágica de que el psicólogo resolverá sus problemas sin ellas formar parte activa del proceso, como si la terapia se tratara de una poción “milagrosa”. El papel activo por parte del individuo es un elemento esencial.

Cuando una persona se plantea realizar una terapia psicológica, es importante que se implique en la misma. Una persona puede cambiar varios aspectos que interfieran en la funcionalidad de su vida, siempre y cuando, exista una alta predisposición y una implicación por su parte. En ocasiones, en terapia se afrontan situaciones difíciles y duras. No es un camino fácil, y para superar ciertos aspectos, a veces, es necesario pasar por momentos dolorosos. Ello despierta miedos e inseguridades en el individuo y provoca temor a sufrir. Además, la terapia no es un proceso lineal. Puede pasar que la persona viva una notable mejoría, y al cabo de algunas sesiones, vuelva a sentirse mal debido a los temas tratados o las situaciones vividas en aquel momento del proceso terapéutico; es importante considerarlo un hecho normal.

¿Qué papel juega el psicólogo en esta implicación?

El terapeuta es el encargado de ayudar a la persona a descubrir sus propios recursos. Todos disponemos de unas herramientas y una capacidad de autocuración. Aún así, no siempre somos conscientes de ello, ni sabemos cómo hacer uso de estos recursos personales. Por este motivo, el terapeuta tiene la función de orientar a la persona realizando un trabajo terapéutico conjunto y co-construyendo un camino hacia las metas que se quieren conseguir.

Además, el terapeuta puede pedir al paciente tareas para realizar en casa, con el objetivo de continuar el trabajo realizado durante la sesión. De este modo, la persona pone a prueba sus recursos y afronta los distintos aspectos tratados en terapia. Así pues, para que exista el cambio, es importante introducir dicho cambio con pequeños ejercicios en la vida “real”.

Haciendo referencia a este camino para el cambio, ¿qué resulta de ayuda a las personas que acuden a psicoterapia?

Como sabemos que la implicación es un factor elemental, en terapia preguntamos a los pacientes qué les resulta de ayuda de la misma, a través del cuestionario de alianza terapéutica (la alianza terapéutica es el vínculo psicoterapéutico que caracteriza una relación favorable entre paciente y terapeuta). De este modo, el psicólogo puede adaptar la terapia a las necesidades de la persona y revisar si aquello que se está realizando en sesión, funciona.

Tras la realización de diversos estudios que investigan qué resulta de ayuda a los pacientes que acuden a psicoterapia, podemos destacar:

La comprensión por parte del terapeuta, la escucha activa, la oportunidad de expresarse libremente, la aparición de puntos de vista alternativos, la reflexión, la realización de tareas en sí, el establecimiento conjunto de objetivos terapéuticos, la toma de conciencia, y la revisión del proceso terapéutico como ayuda para esta toma de conciencia.

¿Qué factores pueden dificultar la implicación en el proceso terapéutico?

Puede dificultar la implicación en el proceso terapéutico la inexistencia de una buena relación con el terapeuta (por ejemplo si el paciente no confía en el terapeuta o no se siente a gusto con él), el miedo a afrontar dificultades, o el anticipar que el cambio no será positivo (por ejemplo, debido a la creencia que el cambio será una transformación completa incluyendo partes que la persona prefiere seguir teniendo). Los cambios están relacionados con aquellos aspectos que resultan disfuncionales en la vida de la persona. A través de la terapia, se exploran alternativas más útiles o funcionales, y es el propio individuo quien decide si desea llevar a cabo dichos cambios.

Así pues, sin implicación, ¿Existe el cambio?

Tal y como hemos enunciado, el éxito de la terapia dependerá en gran parte de la implicación por parte de la persona en el proceso. Por muchas técnicas que conozca el profesional y se intenten aplicar, sin este ingrediente esencial, la terapia no funcionará, no existirá un cambio. Esto confirma el hecho que la propia persona posee la capacidad para superar las dificultades, el terapeuta únicamente es una ayuda en el proceso. Este concepto otorga la fuerza necesaria para que el individuo sea capaz de solucionar otros conflictos futuros sin la ayuda del terapeuta, aunque siempre existirá una puerta abierta a la terapia para retomar ciertas dificultades o conseguir nuevos objetivos.

Muchas gracias Laia.

Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.

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