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La terapia de aceptación y compromiso (ACT)

La terapia de aceptación y compromiso (ACT) forma parte de lo que se ha denominado “La Terapia de Conducta de Tercera Generación”.  Es un tipo de Psicoterapia que se ha desarrollado coherentemente con un marco teórico y filosófico concreto, y que está fundamentada en investigación básica y aplicada.

“Muchas veces la cuestión no será que desaparezca aquello que molesta, sino que la persona pueda estar centrada en el camino que desea elegir, y no ocupada en pelearse con otros aspectos”.

 

“Utilizamos la experiencia que el paciente tiene de su vida para poder ver qué estrategia de afrontamiento le ha sido de mayor ayuda”. 

“La experiencia de la persona será la que nos lleve hacia el cambio”. 

En la siguiente entrevista, Alba Franquesa, psicóloga colaboradora de INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos presenta la Terapia de Aceptación y Compromiso y los principales conceptos sobre los cuales se basa, y nos habla sobre la relevancia que tienen los valores personales como componente necesario del tratamiento psicológico.

¿Qué es la terapia de aceptación y compromiso ACT?

La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) (Hayes 1999) es una psicoterapia conductual de las consideradas de tercera generación, como la terapia dialéctica conductual (Linehan), la psicoterapia analítica funcional (Khalenberg), el mindfulness, la terapia conductual de pareja (Jacobson) y hay quien también considera la activación conductual.

Estudios

La terapia de conducta nace de los resultados de los estudios sobre aprendizaje principalmente llevados a cabo por Skinner.  La experiencia clínica hizo que éste se interesara por dar un peso específico a las cogniciones y se buscara la manera de modificarlas, principalmente de la mano de Beck.  Muchos estudios han constatado la utilidad de la terapia cognitiva conductual (2a generación) por diversos trastornos, pero no se ha confirmado que el proceso mediador del cambio fuera el hipotético.  Las terapias de tercera generación se diferencian de la terapia cognitiva conductual por una manera diferente de conceptualizar las cogniciones y las emociones y, por tanto, de trabajar en terapia, un trabajo más relacionado con la modificación de la función que del contenido.

Investigación

La ACT parte de los resultados de la investigación básica sobre pensamiento, lenguaje, emoción y conducta para diseñar intervenciones dirigidas al cambio y específicas para cada paciente.  Los elementos fundamentales del modelo son la evitación experiencial (fenómeno que ocurre cuando una persona no quiere ponerse en contacto con ciertas experiencias privadas tales como sentimientos, deseos, recuerdos, impulsos, etc.) como causante de malestar, el papel de la aceptación en la regulación emocional y la importancia de los valores personales en la satisfacción.

¿A qué te refieres cuando hablas de aceptación?

Cuando hablamos de aceptación nos referimos a un modo de dejar de luchar contra aquello que ha tenido a la persona ocupada durante un tiempo (por ejemplo pensamientos repetitivos sobre un tema X) y que no le permite dedicarse y comprometerse con lo que son realmente sus valores personales.  Para llegar a esto se utilizan técnicas variadas, técnicas dirigidas a modificar el contexto de lucha y pasarlo a un contexto de aceptación.  La investigación básica muestra que un contexto de aceptación hace que se modifique el valor del estímulo aversivo (un estímulo que la persona evita o escapa de él).  Relajar estas estrategias de control y posicionarse en un contexto de aceptación permite que la persona se comprometa con lo que son realmente sus valores personales, y esto provoca que esté mejor.

Valores personales

Los valores personales son un punto fundamental en la terapia; si éstos no existen, no se puede trabajar; los valores personales serán los que motiven el cambio (un cambio que permita una funcionalidad y bienestar en la vida de la persona).  Muchas veces la cuestión no será que desaparezca aquello que molesta, sino que la persona pueda estar centrada en el camino que desea elegir, y no ocupada en pelearse con otros aspectos;  con ello, conseguirá que X pensamientos no le impidan funcionar y seguir con su vida de un modo saludable.

¿Cómo se lleva a la práctica?

Tal y como describe el propio nombre de esta psicoterapia (terapia de aceptación y compromiso), por una parte tenemos el intentar que incremente la conducta comprometida a través de los valores del individuo, y por otra la aceptación; esta última será la que requiera intervención.

Metáforas

Es habitual el uso de metáforas.  Con ellas se pretende utilizar la experiencia del paciente en otros ámbitos y trasladarla a lo que es el motivo de malestar.  Por ejemplo: “¿Qué haces cuando tienes un vecino muy pesado?”; ¿Qué vale más la pena: pelearse o ser cordial con él y poder así atender a lo realmente te interesa?”.  Así pues, utilizamos la experiencia que el paciente tiene de su vida para poder ver qué estrategia de afrontamiento le ha sido de mayor ayuda.  Otro ejemplo: “¿Qué pasa si te quedas atrapado con el coche en la arena?, ¿Qué ocurre cuando aceleras y no puedes salir?; a veces es mejor dejar de acelerar y buscar otra estrategia”.  En ocasiones nos quedamos enganchados en repetir y repetir en una estrategia de control que no nos sirve, en lugar de buscar otras estrategias.  Las metáforas permiten alejarnos para observar desde un punto de vista distinto; con ello realizamos un cambio de contexto.

Ejercicios de fisicalitzación

Para cambiar el contexto también utilizamos ejercicios de fisicalitzación.  Por ejemplo, poner los pensamientos en papeles y preguntar: “¿cada vez que aparece un pensamiento, qué haces?”, y con ello escenificamos la relación que tiene la persona con un pensamiento en concreto.  No nos centramos en el contenido del pensamiento, sino la relación con el pensamiento.  Fisicalizar facilita el poder ver y palpar sobre qué aspectos estamos hablando.

¿Qué otro tipo de técnicas utiliza?

La ACT es un tipo de Psicoterapia muy flexible en cuanto a la utilización de técnicas.  Como tiene una base teórica muy fuerte de investigación básica, permite hacer aquello que el terapeuta crea conveniente mientras resulte útil.  Las técnicas siempre intentarán adaptarse a la experiencia de la persona, porque, tal y como anunciábamos, la experiencia de la persona será la que nos lleve hacia el cambio.

Las metáforas como técnica terapéutica

Así pues, poniendo como ejemplo las metáforas, si trabajamos con un mecánico las metáforas serán unas, y probablemente, si trabajamos con una ama de casa, las metáforas serán distintas, puesto que su experiencia y su modo de relacionarse con el mundo también lo será.

Las terapias conductuales tienen fama de no tener en cuenta las emociones, ¿La ACT trabaja con ellas?

Es cierto.  La terapia de conducta tiene fama de no tener en cuenta las emociones, y, en este caso, podemos demostrar lo contrario.  La aceptación nos impulsa a “bañarnos en las emociones”, implica tocar todas las emociones con las que uno ha estado peleando siempre.  Estar en contacto con esta parte emocional ofrecerá mucha más flexibilidad al individuo.  Además, cuanta más intensidad exista en ese contacto emocional, más fuerte será el aprendizaje y más se facilitará el cambio de conducta.

En resumen, la persona encontrará un camino más sencillo y funcional, sin luchas internas que le atrapen y no le permitan estar bien.

Muchas gracias Alba.

Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.

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