¿QUÉ ES LA HIPERSEXUALIDAD O ADICCIÓN AL SEXO?
La adicción al sexo se caracteriza por un comportamiento sexual constante y repetitivo, que presenta un patrón de conducta obsesivo-compulsivo y que escapa al control de la persona que lo experimenta.
Lejos de ser una experiencia placentera, la persona que presenta adicción al sexo siente elevada ansiedad ante su comportamiento sexual, necesitando experimentar nuevos y potentes estímulos eróticos que le permitan satisfacer su impulso, a pesar de causarle importante malestar y un deterioro significativo de sus relaciones personales, sociales y laborales.
Se observa una excesiva dedicación a aspectos relacionados con el sexo, descuidando otras actividades de su vida diaria.
Las conductas para satisfacer sus impulsos pueden centrarse en contactos sexuales con otras personas, con profesionales del sexo o en el consumo de pornografía a través de internet.
Cómo podemos identificar la adicción al sexo
Para su identificación se pueden considerar los siguientes aspectos:
- Búsqueda de sexo de manera frecuente con una o más personas.
- Pensamientos obsesivos en tener sexo, que impiden concentrarse en otras actividades.
- Afectación de la vida en pareja, la vida social y la laboral debido a la dedicación a las aficiones sexuales.
- Dedicación de horas a lo largo del día a consultar webs de pornografía, películas u otros contenidos pornográficos.
- Búsqueda constante de mantener relaciones sexuales fuera de la pareja.
- Uso de la prostitución como vía para satisfacer el deseo desmedido.
- Irritado/a ante la negativa por parte de la pareja a mantener relaciones sexuales.
- Masturbación obsesiva en cualquier lugar, incluso en el trabajo.
- Compulsión difícil de dominar que lleva a la persona a asumir conductas de riesgo, como mantener relaciones sexuales desprotegidas con personas desconocidas.
- Insatisfecho/a a pesar de haber mantenido relaciones sexuales.
Primera visita informativa gratuita
Sexología Online Barcelona
¿CÓMO TRABAJAMOS?
En primer lugar, se lleva a cabo una evaluación psicológica del caso mediante distintos instrumentos (entrevistas, tests y cuestionaros estandarizados, observación clínica, etc.) para poder establecer los objetivos personalizados que se pretenden alcanzar con la intervención.
Tras la evaluación clínica, la intervención psicológica irá dirigida a tratar las causas psicológicas que generan el problema promoviendo recursos conductuales y cognitivos que faciliten comportamientos alternativos, la regulación de impulsos y nuevas estrategias de contacto y relación sexual.
En aquellos casos en los que la persona mantenga una relación de pareja, resultará positivo realizar este tipo de terapia. En las sesiones se dotará de estrategias y recursos que ayuden a gestionar en pareja la compulsión de llevar a acabo conductas hipersexuales. Además, de ser fundamental trabajar conjuntamente en restablecer la confianza u otros pilares de la relación que se hayan visto afectados.
En algunos casos es conveniente complementar o combinar el tratamiento psicológico con un tratamiento farmacológico. El equipo de psiquiatras del centro trabaja coordinadamente con el equipo de psicólogos para poder hacer una valoración diagnóstica conjunta y alcanzar los objetivos terapéuticos definidos.
Los objetivos del tratamiento van destinados a encontrar las causas que generan esta problemática para adaptar la intervención a las necesidades particulares de cada persona, con el objetivo de ofrecer herramientas que permitan el control de los impulsos sexuales obsesivos y poder disfrutar de relaciones sexuales placenteras.