ADICCIONES EN JÓVENES

La adolescencia es una etapa de curiosidad y experimentación, donde el adolescente se puede sentir indestructible, mostrar rebeldía, y tener la necesidad de trasgredir ciertas normas, además  de tener la necesidad de sentir emociones intensas, lo cual puede conducirle a tomar riesgos con las drogas.

El consumo de sustancias puede ir desde la experimentación a trastornos graves por consumo de sustancias. Todo consumo de sustancias, pone a los adolescentes en riesgo tanto a corto plazo como a largo plazo como sufrir accidentes, peleas, mantener una actividad sexual imprudente o no deseada e incluso sufrir una sobredosis. A largo plazo puede derivar en trastornos de salud mental, bajo rendimiento escolar que conduzca al abandono de los estudios y trastornos por consumo de sustancias (TCS).

Tipos

Trastornos relacionados con sustancias

• Trastornos relacionados con el alcohol
• Trastornos relacionados con la cafeína
• Trastornos relacionados con el cannabis
• Trastornos relacionados con los alucinógenos
• Trastornos relacionados con los inhalantes
• Trastornos relacionados con lo opiáceos
• Trastornos relacionados con los sedantes, hipnóticos o ansiolíticos
• Trastornos relacionados con los estimulantes
• Trastornos relacionados con el tabaco

Algunas de las señales de alerta que pueden ayudar a valorar la necesidad de consultar a un terapeuta son:

• Conducta errática
• Habla rápida o incoherente
• Ojos inyectados en sangre
• Tos no productiva que no desaparece
• Olor o aliento inusual, que intenta cubrir con chicles o colonias
• Inapetencia o aumento de apetito
• Somnolencia constante
• Confusión, delirios y alucinaciones
• Hiperactividad
• Humor cambiante
• Bajo o mal rendimiento académico
• Absentismo escolar
• Perdida de interés en actividades y aficiones
• Cambio de amigos

Los Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos requieren de un tratamiento integral que atienda las características individuales y sociales de cada menor y su entorno familiar. Algunos de los objetivos terapéuticos a trabajar son la conciencia de enfermedad, las creencias asociadas al consumo, el desarrollo de actitudes responsables hacia la propia salud emocional, social y psicológica, potenciar una actitud de autocontrol, desarrollar estrategias para afrontar situaciones de riesgo o fomentar e incrementar habilidades sociales.

En primer lugar, se lleva a cabo una evaluación psicológica del caso mediante distintos instrumentos (entrevistas, tests y cuestionaros estandarizados,  observación clínica, etc.) para poder establecer el diagnóstico para, posteriormente, establecer los objetivos personalizados que se pretenden alcanzar con la intervención.

La terapia con adolescentes con este tipo de trastorno incluye el desarrollo de estrategias para la disminución o el abandono del consumo, uso de técnicas motivacionales, de relajación, emocionales, cognitivas y conductuales, como el moldeamiento, la prevención de respuesta, la identificación de pensamientos inadecuados, la expresión emocional, entre otros.

La participación de la familia en el tratamiento de los trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos es fundamental. Se facilitan pautas y estrategias para cumplir con el plan terapéutico fuera de la consulta y favorecer la recuperación del paciente.

En algunos casos es conveniente complementar el tratamiento psicológico con un tratamiento farmacológico. El equipo de psiquiatras del centro trabaja coordinadamente con el equipo de psicólogos para poder hacer una valoración diagnóstica conjunta y alcanzar los objetivos terapéuticos definidos.

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