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Diez claves sobre la falta de deseo sexual en la mujer

La falta de deseo sexual en la mujer afecta a la autoestima e interfiere en la relación de pareja, ocasionando conflictos que contribuyen a agravar la ausencia de deseo de la persona afectada.

Esta semana, el equipo del INSITUT D’ASSISTÈNCIA PSICOLÒGICA I PSIQUIÀTRICA MENSALUS, centra la atención en la falta de deseo sexual en la mujer y analiza diez puntos importantes a tener en cuenta para su tratamiento.

Conoce 10 claves para resolver la falta de deseo sexual de la mujer

La falta de deseo sexual radica en la ausencia constante y duradera de fantasías eróticas y motivación para mantener relaciones sexuales, lo que ocasiona un descenso significativo de la frecuencia de la actividad sexual o su desaparición.

Para poder tratar falta de deseo sexual debemos tener en cuenta 10 puntos indispensables:

  • Primero de todo, es importante no confundir excitación y deseo. La excitación es una respuesta fisiológica que implica manifestaciones físicas.
  • Por otro lado, el deseo es una experiencia subjetiva.
  • Antes de trabajar a nivel psicológico el deseo, descartaremos la existencia de un problema de excitación y la afectación fisiológica relacionada a partir de pruebas específicas.
  • En el caso de la excitación (si existe una afectación) la mujer detectará las señales físicas relacionadas y, en consecuencia, no se involucrará en ninguna actividad sexual.  Esta realidad disminuirá directamente la motivación por mantener relaciones íntimas.
  • La falta de involucración provoca que la persona no conecte con experiencias pasadas positivas (experiencias que retroalimentaban la motivación y las ganas por disfrutar de una vida sexual sana).
  • En algunos casos, esto puede convertirse en aversión al sexo (la aversión puede aparecer cuando la persona únicamente conecta con elementos negativos).
  • También es importante diferenciar entre falta de deseo y discrepancia sexual.  Puede que en lugar de una problemática relacionada con la falta de deseo sexual existan discrepancias en la pareja sobre la frecuencia de la práctica sexual.
  • Es importante contemplar las diferencias entre el sexo masculino y femenino para entender el deseo.
  • En el hombre el deseo aparece de forma espontánea; en la mujer el deseo espontaneo habitualmente está relacionado con la etapa de enamoramiento o con la mitad del ciclo menstrual por los altos niveles de testosterona  que se observan.
  • Para que aparezca el deseo femenino, la mujer necesita un clima de intimidad y de comunicación adecuado.

Causas y consecuencias

La disfunción sexual femenina puede ser debida a los conflictos de pareja. A la existencia de una disfunción sexual previa (vaginismo, anorgasmia, trastorno de excitabilidad, etc.). A depresión o alteraciones hormonales.

Entre las principales consecuencias de la falta de deseo sexual destacamos:

  •  La inexistencia de pensamientos sexuales o fantasías eróticas, espontáneos o provocados.
  • La falta de motivación para iniciar un contacto sexual.
  • La falta de motivación durante la relación sexual.
  • La aparición de sentimientos intensos de disgusto, temor o aversión ante actividades de tipo sexual, y la existencia de sentimientos de intranquilidad ante la posibilidad de mantener relaciones sexuales
  • El desagrado ante determinados estímulos o prácticas sexuales.
  • La evitación de las situaciones de intimidad con la pareja que conducen hacia la falta de comunicación y expresión emocional.
  • El malestar significativo o deterioro de la relación de pareja

La solución para evitar la falta de deseo sexual en mujeres

Los objetivos del tratamiento van destinados a recuperar las fantasías eróticas, a aumentar la disposición para aceptar la actividad sexual y a la obtención de relaciones satisfactorias.

Concretamente, la terapia del deseo sexual hipoactivo (una vez descantados los problemas de excitación) se centra en valorar:

  • Las ventajas e inconvenientes del deseo
  • La existencia de mitos y creencias erróneas
  • La disminución de la demanda de ejecución
  • El proceso de seducción
  • La comunicación
  • Los inductores externos del deseo (por ejemplo, películas)
  • Las fantasías sexuales
  • La autoestimulación
  • Y la erotización sensual y genital.

En este proceso, se ofrecen pautas muy concretas para disminuir la aparición de ansiedad y facilitar a la mujer vivir las experiencias sexuales de un modo más tranquilo y relajado, sin presión. Un ejemplo es “prohibir” el coito en los primeros encuentros sexuales. Evitando así que las exigencias del momento sean demasiado altas.

Asimismo, el tratamiento de las discrepancias se centra en el trabajo de la comunicación. El intentar no exigir, las diferencias entre la sexualidad de cada individuo, el compromiso, la posibilidad de ofrecer opciones, la elección de los momentos del día más cómodos para los dos, el ampliar el repertorio, las fantasías y el hecho de tomar la iniciativa. Este es un trabajo habitual en terapia de pareja.

Desde el Institut Mensalus atendemos decenas de motivos de consulta relacionados con problemas de disfunción sexual en hombres y mujeres. Concretamente, para encaminar el tratamiento del deseo, es importante diferenciar qué tipo de deseo está afectado. Ya sea, el deseo con la pareja, el deseo sexual en general, un tipo de sexualidad en concreto, o bien, el hecho de no querer tener deseo sexual.  Dependiendo del tipo de deseo que esté afectado, el tratamiento psicológico se dirigirá hacia un foco u otro.

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